Parece una novela de Stieg Larson: los trenes que no entraban en los túneles. Pero, al igual que en Millenium y en el Estado del Bienestar Sueco, todo se vuelve más oscuro en cuanto más se profundiza.

Algo a lo que están acostumbrados por su trabajo en el Colegio Oficial de Ingenieria Geomática y Topgráfico, que lanzaba este miércoles su análisis sobre lo que se está convirtiendo en muchas cosas, un símbolo de factores como la mala gestión o el abandono que ha acaparado portadas nacionales.

Tras la catarata de memes, declaraciones, reuniones, la visión de este colectivo es de las primeras en abordar el asunto desde una perspectiva del mundo profesional.

Según señalan en su análisis, “lo que a simple vista podría parecer un error humano o una falta de diligencia de algún departamento y lejos de querer hacer ningún juicio de valor, responde, realmente, a causas mucho más profundas”.

Y entre ellas apuntan  a la privatización de los servicios públicos y “su consiguiente empobrecimiento técnico”, al prescindir de las personas que conocían “al dedillo” el estado de las infraestructuras.

A lo que añadían otros factores, como la falta de inversión en mantenimiento de las administraciones en trabajos de medición de los estados actuales de las redes de transporte desde un punto de vista geométrico, o la subcontratación de estos trabajos con partidas presupuestarias ridículas y técnicas obsoletas.

Y eso “por no hablar del abandono al que se ha llevado a la red de la extinta FEVE, favoreciendo otro tipo de transportes privados por carretera, condenando al aislamiento a las personas de las zonas rurales de Asturias y Cantabria”.

TECNOLOGÍA Y PROFESIONALES

Al escuchar a representantes de  los gobiernos asturiano y cántabro, así como el Ministerio, pedir responsabilidades, este Colegio Oficial también trasladaba su petición de responsabilidades, a las propias administraciones: cuando se licitan concursos públicos y no se atienen a las tecnologías actuales que hubieran impedido este tipo de errores.

En este sentido, citan sistemas como los escaneados mediante tecnología de láser para la captura masiva de datos, conocido como LiDAR terrestre o móvil, también conocida esta última como Mobile Mapping.

Desde las administraciones, apuntan, no se tiene un registro de las infraestructuras. No hay una actualización de los datos de forma periódica y constante, como se hace desde los países de la Unión Europea Wque sí apuestan decididamente por el transporte público y sí están alineados con las ayudas Next Generation y la digitalización de la información y las empresas”.

De modo que ese colectivo profesional reclama a las instituciones “la máxima atención”  en este proceso de cambio tecnológico que se ha visto acelerado en los últimos tres años “para que este tipo de errores no vuelvan a suceder”.

A la tecnología suman la dotación de un cuerpo de profesionales formado exclusivamente por su titulación, en las administraciones públicas de ámbito estatal, autonómico y local, para evitar de nuevo situaciones como ésta.

Con esta dotación se conseguiría mejorar la planificación urbanística, de transportes, de infraestructuras de datos espaciales, de observación del territorio, del planeamiento de las llamadas ciudades inteligentes o Smart Cities, de las infraestructuras geoespaciales que nos permiten usar nuestros teléfonos y geolocalizar los sitios que buscamos en los mapas o tener la certeza de que los parcelarios catastrales son fidedignos y representan con verosimilitud la realidad física de nuestro territorio.

O, continúan, conocer el estado actual del firme de nuestras carreteras o ferrocarriles, o tener la seguridad de que las obras de construcción o los diseños de los proyectos que nuestra sociedad demanda se lleven a cabo “con la precisión y la profesionalidad que ello requiere”.

El Colegio reivindica su labor “silenciosa·” y la “enorme” importancia de su trabajo, para que a la hora de licitar trabajos que conciernen “única y exclusivamente a nuestra profesión”, éstos sean llevados a cabo por las personas que forman parte de ella, “exigiendo nuestra titulación y negando el acceso a tan delicada tarea a otras profesiones ajenas a la misma”.

Asimismo, exigen la creación de un departamento de Geomática y Topografía en el Principado de Asturias y en Cantabria, así como en los ayuntamientos y mancomunidades, liderado y compuesto por direcciones de área y jefaturas de servicio y personas con  titulación en ingeniería, para poder llevar a cabo las tareas que son “inherentes” a su  profesión y “devolver a la sociedad multiplicado lo que se malgasta en inversiones que no reportan ningún valor añadido ni suponen ninguna tasa de retorno en las inversiones públicas”