Sanidad detecta un incremento de las infecciones de transmisión sexual por la falta de información
La Consejería de Sanidad, aprovechando que hoy se conmemora el Día Europeo de la Salud Sexual, quiere recordar que mantener hábitos sexuales saludables y practicar sexo seguro, sin riesgo, es el mejor antídoto para la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y garantizar una buena salud sexual y reproductiva.
De hecho, en relación a las ITS, según los datos aportados por el Centro de Salud Sexual y Reproductiva La Cagiga, algunas infecciones como infección por clamidia, la tricomoniasis, los condilomas, la gonococia o la sífilis tienen una tendencia creciente en los últimos años. También, entre las ITS más frecuentes, figuran el herpes simple genital y el Virus del Papiloma Humano (VPH), la infección más común y muy relacionada con el cáncer de cuello de útero o cérvix, la segunda neoplasia maligna que más muertes causa entre las mujeres a nivel mundial.
Además, un gran porcentaje de los casos se produce en adultos jóvenes, si bien los varones y mujeres adolescentes corren mayor riesgo de contraerlas tanto por factores biológicos, como la inmadurez del tracto genital femenino o mayor delgadez de la mucosa vaginal, pero también por causas conductuales, ya que se constata mayor número de parejas distintas a esas edades. Asimismo, en este grupo de edad existe una evidente falta de conocimiento sobre las ITS y pocas medidas de prevención, ya sea por una escasa sensación de riesgo o por el fácil acceso a anticonceptivos. Tal es así que hay una incidencia general de las ITS más alta entre mujeres menores de 20 años.
Otro de los factores que influyen en la rápida propagación de estas enfermedades es la poca información sexual, el desconocimiento de los síntomas, a menudo difíciles de detectar, o su ocultación por vergüenza o miedo. Y es difícil estimar la prevalencia real de estas infecciones porque muchas son enfermedades asintomáticas
Es por eso que, desde la Consejería de Sanidad y el Servicio Cántabro de Salud, se quiere hacer un llamamiento a toda la población, pero especialmente a los jóvenes y adolescentes, para que sean conscientes de que la mejor manera de prevenir las ITS es practicar sexo seguro (preservativos, condones femeninos o barreras bucales), ya que reduce las probabilidades de contagio.
Además, ante la menor sospecha de tener una ITS (dolor, hinchazón, sarpullidos, picazón, ardor al orinar o flujo vaginal de olor, color o textura diferente a lo habitual o sangrado de los genitales, entre otros signos) se debe acudir al médico para realizarse las pruebas necesarias, puesto que un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son fundamentales para hacer frente a cualquiera de estas enfermedades.
LA INFORMACIÓN, UNA DE LAS CLAVES
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, que deben estar libres de coacción, discriminación y violencia en un marco de respeto a los derechos sexuales de todas las personas.
Pero para lograr esta salud sexual es clave la educación desde edades tempranas ofreciendo a los niños y adolescentes las herramientas que dimensionen en su justa medida la importancia de la prevención y faciliten la práctica de sexo seguro en el futuro.
En este sentido, es esencial proporcionar un fácil acceso a información integral de calidad sobre sexo y sexualidad, además de dar a conocer, de forma explícita, los riesgos potenciales a los que se enfrentan y que pueden influir en su salud en general.
Hay que derribar las barreras y romper los tabúes que todavía se ciernen sobre la sexualidad, que es algo inherente al ser humano.
Desde el año 2003, cada 14 de febrero, promovido por la Alianza Europea para la Salud Sexual (ESHA), se celebra el Día Europeo de la Salud Sexual, para concienciar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de respetar los derechos sexuales de todas las personas, de aplicar hábitos sexuales saludables y, sobre todo, para no dejar de lado la educación sexual como la base para conseguir una buena salud sexual.