Luis Camarero, trabajador de Correos e histórico militante de CGT en Menorca, se ha tomado su tiempo para escribir su primera novela, en la que se cruzan varios temas que discurren en paralelo con su propia biografía, pero también con una memoria colectiva en sentido amplio: de la memoria histórica a la que ha dedicado mucho de su activismo, pero también a la memoria oral trasladada por su familia durante generaciones.

‘Carracárdaba’, que se presenta este viernes a las 20.00 horas en La Libre, en la Rampa Sotileza, es un topónimo que se refiera a una ermita prerrománica –edificada sobre un templo celtíbero previo—en un pueblo de su Segovia natal: en la presentación allí, de donde se marchó muy niño, estuvieron muchos de los personajes de la propia novela.

Partiendo de una historia de vida se recuerdan relatos que recuperan desde la memoria de las escuelas racionalistas, herederas de una tradición intelectual avanzada, y que se consiguió que sobrevivieran porque, cuando acudían los inspectores que cerraban cualquier colegio en el que estuvieran mezclados chicos y chicas, pues se escondía a las niñas.

Hasta la tradición oral de su familia, relatada en torno a la gloria, un sistema de calefacción típico de la zona antes, que se alimenta desde fuera de la casa, y en torno al que se cuentan relatos, romanzas y mitos, “como si fueran de la semana pasada”.

El protagonista parte de sentirse preso de la tierra a la paradoja de sentirse más libre cuando está en prisión y traba contacto con la formación y la libertad de espíritu.

Todo pasa también por Menorca, territorio con una fuerte identidad marcada de lucha, en el que Luis ha desarrollado un activismo que va desde lo laboral a la dinamización cultural, atendiendo a la recuperación de la memoria histórica, tanto contra el franquismo como, por ejemplo, la señalización de los lugares que habitaron en vida las víctimas isleñas del campo de exterminio nazi de Mauthausen.

Historias que nos cuenta en una conversación con EL FARADIO