Banbu es una empresa nacida en Mondragón en 2018 que  se trasladó a Cantabria hace más de dos años. Actualmente vende en 250 puntos de España así como en 15 países europeos.

«Nosotros éramos activistas medioambientales y vimos que era necesario hacer un cambio en el modelo cosmético tradicional que incluye muchos tóxicos, consume mucho agua y genera demasiado plástico». Así empieza Rodrigo Folgueira a explicar cómo nace Banbu, una firma de cosméticos que tiene su sede en Tanos y que vende ya en 15 países de Europa.

La peculiaridad de sus productos es que todos se fabrican con ingredientes 100% naturales certificados, veganos, libres de tóxicos y sostenibles.

Ahora acaba de recibir el premio EMPRENDEXXI al ser elegida entre ocho candidaturas y cinco finalistas como reconocimiento a su mayor capacidad innovadora y su mayor potencial de crecimiento en Cantabria.

Guardiscopio, Suntropy, Uktena y VamosRural han sido las otras cuatro  finalistas de una iniciativa dirigida a microempresas y pymes de base tecnológica e innovadora impulsada por CaixaBank a través de DayOne, y están otorgados con Enisa en España, y con Banco BPI en Portugal.

La ganadora de Cantabria, al igual que una empresa en cada comunidad y dos de Portugal (una empresa ganadora por cada región) son reconocidas como las empresas de mayor potencial de crecimiento en su territorio.

Las seis empresas ganadoras -una empresa ganadora de cada reto- serán reconocidas como las empresas que ha presentado la mejor solución para el reto planteado. Se seleccionará una finalista por cada reto, que también obtendrá premios.

BANBU

La idea comenzó en 2018. Rodrigo Folgueira entonces trabajaba en el sector del metal, en Mondragón y Verónica Díez, su socia, estudiaba oposiciones. Ambos tenían conciencia medioambiental, consumían productos sólidos para no generar residuos y vieron que la oferta cosmética sostenible y natural en nuestro país era prácticamente nula. «Sobre todo encontramos marcas alemanas o inglesas y eso nos llevó a plantearnos la posibilidad de emprender en este sector». Y así fue como se pusieron en marcha. Contaron con el apoyo de una doctora en biología con la que formularon un desodorante y un champú.

La sorpresa fue la buena aceptación que esos dos productos tuvieron en el mercado. Después llegó la pandemia y hace más de dos años decidieron trasladar la empresa desde Mondragón hasta Cantabria «en un entorno más cercano a nuestra filosofía. Nacimos en un entorno muy industrial en el que no encajábamos del todo y decidimos movernos hasta Cantabria, la tierra de Verónica. La nave la tenemos en Tanos y nosotros vivimos en Cudón, muy en contacto con la naturaleza», explica Rodrigo.

En 2021 facturaron medio millón de euros y el año pasado rondaron  los 650 mil euros. Tienen más de 120 referencias y siguen incorporando nuevas. El 30% de las ventas las realizan a través de internet y de la tienda física que tienen en Bilbao y el resto a través de los puntos de distribución, que en España son más de 250 a los que se suma la presencia en 15 países de Europa.

Agradecen la buena acogida que han tenido por parte de las instituciones cántabras. Actualmente participan en el proyecto de mentoring del CISE y cuentan con Nacho Irastorza como mentor certificado que les asesora y acompaña en cuestiones financieras ya que actualmente están buscando inversión externa.

Rodrigo insiste en que el proyecto pretende, además, generar conciencia y explicar a los consumidores por qué es importante evitar productos envasados en plástico y utilizar cosméticos fabricados con procesos sostenibles e ingredientes naturales libres de tóxicos.

LAS CLAVES

Banbu trabaja auditando el porcentaje de recursos que utiliza y su impacto ambiental. Toda su producción cosmética lleva sello Made in Spain bajo los estándares del sello de cosmética ecológica más reconocida: Cosmos Organic. Formulan cosmética natural poniendo foco en reducir el consumo de recursos energéticos y materias primas.

Según explican en su web, hacen «cosmética desnuda, de bajo impacto utilizando células madre vegetales de plantas creadas desde 0». Por eso, el 94% de su cosmética es sólida, lo que reduce un 90% la necesidad de agua y de conservantes.

Trabajan además, con una política de residuo cero y de bajo impacto, prescindiendo de los plásticos en el packaging,

Sus gamas de productos a la venta, que se pueden encontrar también en la tienda de muebles Waahi, incluyen también cosmética para mascotas y accesorios sostenibles.