«No debemos caer en la trampa de creer que todo está conseguido»
«Hay que estar atento también en las democracias consolidadas, porque estamos en un camino de grave deslizamiento hacia la pérdida de derechos que ha costado mucho conseguir», así lo afirmaba Rosa María Calaf en la entrevista con El Faradio de la Mañana. La veterana periodista llega este jueves a Santander para participar en un encuentro abierto organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Cantabria. La cita es a las 19:00 horas en la Sala Blanchard del Palacio de Festivales.
Calaf habla con la autoridad de quien ha recorrido mundo como corresponsal de TVE y ha sido testigo de primera mano del avance de las mujeres en el mundo del periodismo, matizando que siempre quedan cosas por conseguir. En 1970 cuando se incorporó a los estudios Miramar de la televisión pública, ella era la única mujer allí: «un bicho raro, una criatura extraña, una intrusa», cuenta para continuar su relato reconociendo que «ahora, en las redacciones, el número es muy superior al de hombres, igual que en las facultades. En eso hemos mejorado muchísimo. El problema está en que todavía en los espacios de dirección, opinión y decisión no estamos en la proporcionalidad que deberíamos de estar».
Si bien mantiene que siempre se ha hecho buen periodismo y mal periodismo y que siempre ha habido voluntad por parte de ciertos grupos de poder de que no se vea aquello que no se quiere enseñar, ahora la irrupción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas permite hacer eso «con una calidad magnífica y eso es un gran peligro para la defensa de los derechos».
Por eso alerta de que no hay que bajar la guardia, porque incluso las democracias más consolidadas están restringiendo y dando pasos atrás en derechos que se creían consolidados. «Antes el acoso a los derechos era mucho más flagrante y fácil de combatir: se prohibía el voto, pues había que luchar por el voto, pero ahora todo es mucho más sutil. Da la impresión de que todo esta conseguido, pero luego se ve que no es así. El imaginario colectivo no está en modo de igualdad y existe un riesgo de que se reviertan avances y derechos fundamentales conseguidos».
Rosa María Calaf lamenta que se esté invirtiendo más en desinformar que en informar y ahí cree que los ciudadanos tiene también su responsabilidad, ya que es necesario que hagan un esfuerzo por informarse bien, aunque son las empresas y los responsables políticos quienes deben de garantizar al ciudadano su derecho a la información y «ellos son responsables no solo por no hacerlo, sino por poner palos de ruedas al periodismo crítico y comprometido».
«Estamos en un contexto de noticias que mienten, de silencios que engañan y de ruido mediático frenético que distrae de los temas principales y hace creer al ciudadanos que está informado, cuando lo único que está es entretenido. Muchas veces con fines publicitarios, pero otros con voluntad manipuladora d elas ideas y eso es muy peligros porque incide en la construcción social del modelo que queremos para nosotros y para nuestros hijos», explicaba en El Faradio de la Mañana.
PAPEL DE CHINA
Rosa María Calaf también ha hablado sobre el papel que China puede jugar en la guerra de Ucrania recordando que en las relaciones internacionales «no hay amigos, solo intereses. Cada bloque tiene unos intereses. El mundo no se organiza con buenos y malos. Hay muchos grises en medio». Por eso, explica que China tiene un papel fundamental en la guerra, pero considera que siempre primarán sus propios intereses «y en este momento está encantada de que estén peleando. Aparentemente apoya a Rusia, pero eso será mientras no le pueda perjudicar». Calaf recuerda que el gigante asiático ha entrado en la geoestrategia mundial y lo ha hecho para quedarse mucho tiempo, «su forma de funcionar no tiene nada que ver con la manera occidental y puede tomar decisiones que en occidente son mucho más difíciles, pero la pelea ahora mismo está por el poder».
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