Que las ciudades reflejan el momento en el que se diseñan, y por tanto las ideologías, es prácticamente una obviedad: la arquitecta Sonia Puente ponía como ejemplos visuales desde una ciudad norteamericana de las de coger el coche «sí o sí para todo», una ciudad de la Rusia soviética o una de las nuevas ciudades construidas en China.

Puente explicaba de esta forma lo que se llama urbanismo con perspectiva de género en el marco de la charla ‘La ciudad de las mujeres ‘, organizado en Librería Gil por el PSOE de Santander en la semana del 8M.

En consecuencia, dado que las mujeres han estado históricamente «al margen de las decisiones», pues ese sesgo se acaba reflejando en el diseño de las ciudades.

DE LA RUPTURA DE LAS MURALLAS MEDIEVALES A LA SOCIEDAD INDUSTRIAL

Mirando a la historia, recordaba a las ciudades medievales, amuralladas y en las que se agrupan los gremios, hasta que se pasa a su crecimiento y «romper» las murallas en lo que se denominó los ensanches, «muy zonificados».

El diseño actual de nuestras ciudades, continuaba, se remonta a la evolución industrial, a un momento de mayor especialización del trabajo que además coincide con la invención del coche a motor, por lo que la confluencia de ambos factores genera ciudades «muy pensadas para los coches y la productividad».

Se trata de que esa especialización en zonas no sume problemas nuevos: zonas de oficinas vacías cuando acaba la actividad, ciudades dormitorios vacías durante el día, y otras partes que sólo se orientan hacia la noche, todo aderezado por problemas de movilidad.

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María Antonio Mora, directora del ICASS, miembro de la lista del PSOE de Santander

Es ahí donde pone el acento al aplicar la perspectiva de género, las visiones feministas que, incidía, pone el acento en la diversidad de las situaciones y momentos vitales.

De este modo, y en una visión que entronca con el modelo de la ciudad de los 15 minutos, ya no manda sólo la visión productivista: «Si ponemos a las personas en el centro», entonces se atiende al trabajo de los cuidados, no siempre remunerado, o se ven otras necesidades «que no siempre son coger el coche para trabajar» .

De este modo, al incorporar esa variable de la diversidad, «salen cosas diferentes». «Introducir la perspectiva de género es ampliar la mirada», reivindicaba.

Así, enumeraba cuestiones como las barreras arquitectónicas para personas con discapacidad, o formas de compensar situaciones que «consideramos normal» sin serlo, como que los estudiantes no puedan ir sólos andando al colegio, o la colocación de las terrazas como «invasión» de espacios que obliga a acabar realizando trayectos más largos.

Rosa Pereda, periodista (de la histórica redacción fundadora del diario EL PAÍS) y miembro de la lista del PSOE de Santander, sumaba ejemplos concretos «que tienen que ver con las mujeres»: desde setos ubicados delante de los centros de mujeres a los aparcamientos para las motos encima de los portales.  O las barreras arquitectónicas, que no sólo sufren las personas con discapacidad, sea permanente o puntual, o las mayores y quienes les ciudad, sino, por ejemplo, quienes «llevan carritos de la compra», que son más las mujeres.

María Antonia Mora, directora general del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) y número dos en la lista electoral del PSOE a Santander, ponía datos a la realidad de los cuidados en la ciudad: un 74% de las personas que cuidan a personas dependientes son mujeres, que son a su vez más de la mitad de la población de la capital. Es decir, pese a ser más de la mitad de la población asumen más la carga de los cuidados, lo que acaba implicando menos accesos a empleos, puestos directivos, y, a la larga, a puestos directivos.

ECONOMÍA, MEDIO AMBIENTE, CULTURA…

Puente incorporaba a su vez la variable socioeconómica: por ejemplo, los trabajos que se realizan en polígonos industriales a horas «intempestivas», como la limpieza, peor remunerada y que fuerza a desplazamientos largos y en ocasiones en horas con menos gente y más sensación de inseguridad.

Rosa Pereda, periodista, miembro de la lista del PSOE de Santander

La apertura de enfoques se plasma también, por ejemplo en el modelo de ciudad de Santander (de cuyo proceso de selección Puente fue jurado) el apartado medioambiental y energético, así como el alimenticio, muy ligado al transporte, ya que el enfoque productivista de la época industrial veía a la máquina «como solución para todo».

Rosa Pereda aportaba el enfoque cultural, de la cultura como derecho (tanto a crearla como a disfrutarla), y llamaba  la atención sobre cuestiones como las dificultades administrativas, y, desde la perspectiva de género, la importancia de que las mujeres reconozcan a otras mujeres en sus ciudades viendo referentes femeninos en los nombres de calles, plazas, teatros…

María Ángeles Ruiz Tagle, histórica activista feminista y presidenta de la asociación Consuelo Berges (que lleva el nombre de una cántabra pionera en la escritura, el periodismo y la traducción, y que atiende, la asociación, a mujeres víctimas de maltrato de violencia y abusos),ponía el énfasis en como tradicionalmente en las ciudades el espacio público se dirige a los hombres y se conciben los espacios privados para las mujeres, que además son quienes más usan el transporte público.

“UNA CIUDAD SEGURA PARA LAS MUJERES” 

La seguridad fue uno de los aspectos en los que coincidieron varias de las intervinientes en el evento organizado por el PSOE Santander.

Así, Toñi Mora apuntaba la necesidad de que se conozcan los “espacios de miedo” para en torno a ellos, mejorar la seguridad y el transporte.

Entre las medidas, planteaba la importancia de contar con una app que permita pedir ayda de forma fácil o rápida (incluso sin necesidad de marcar), y también una red de puntos violetas que sean fijos y estén por la ciudad, no sólo en los lugares de fiesta, a lo que Ruiz Tagle añadía la importancia de que los puntos violeta en los espacios festivos sean reconocibles.

En la misma línea, la periodista Rosa Pereda, integrante de la lista, abundaba en como “la luz se reparte de forma desigual”  y se reparte peor en los barrios más pobres.

Sara Li Sánchez, una joven militante socialista que también intervino en el evento, ponía el énfasis en la importancia de la seguridad para las jóvenes en un entorno en el que se mueven mucho, el de la noche, la fiesta y la socialización, mientras que una de las intervinientes apuntaba que la seguridad no siempre es cuestión sólo de iluminación ni de zonas vacías o con poco movimiento de gente.

EL PSOE CREARÁ EN EL AYUNTAMIENTO UNA CONCEJALÍA DE IGUALDAD

El acto lo organizaba el PSOE de Santander, cuyo portavoz municipal y candidato a las elecciones municipales, Daniel Fernández, advertía sobre el riesgo de una coalición PP-VOX que “allá donde gobiernan, limitan derechos”.

Y anunciaba que si llega a la Alcaldía, en la ciudad habrá una Concejalía de Igualdad para ejecutar políticas integrales y a cuyo frente habrá una mujer (ahora mismo no existe y esas competencias se integran en Servicios Sociales, a cuyo frente está un hombre), con competencias en formación y en la elaboración de un plan integral “vivo” y evaluable, añadía Toñi Mora.