Mirar con los ojos de personas con autismo para comprender mejor la obra de Gaudí
Hay miles de personas en todo el mundo con una condición en el espectro autista. Los últimos estudios nos dicen que 1 de cada 100 personas convive con el autismo y esta prevalencia no para de aumentar. De hecho, en algunos países desarrollados, donde los mecanismos de detección tienen más presencia, esta proporción puede aumentar. Desde el año 2000 la prevalencia ha aumentado un 178%.
Para las personas autistas una conversación que contenga una ironía puede ser algo difícil de descifrar, relacionar una expresión facial con un sentimiento, una misión casi imposible. Estos son solo algunos ejemplos de condiciones autistas, porque el espectro es muy amplio: desde el Asperger al síndrome de Heller.
Las personas con TEA pueden llegar a vivir situaciones realmente duras: son víctimas recurrentes del “bullying” en las escuelas, la sociedad les suele apartar y ridiculizar y son potenciales víctimas de violencia sexual. Son uno de los colectivos con mayor tasa de desempleo de entre las personas con discapacidad, en España, más de 8 de cada 10 personas con TEA no dispone de un empleo.
Desde 2003, la asociación APTACAN tiene como principal objetivo la plena integración de las personas con autismo de Cantabria. Para lograr este objetivo realizan actuaciones en los diferentes ámbitos que afectan al desarrollo de las personas con autismo: educación, sanidad, familia, sociedad, trabajo… Más info: https://www.aptacan.org/
Por su parte, El Capricho de Gaudí, en Comillas, diseñado por el arquitecto catalán, casi como ensayo de lo que luego explotaría en todo su esplendor en el modernismo catalán, y que desde su apertura como recinto monumental visitable en el año 2010 ha concebido su existencia con una visión comprometida: con la sostenibilidad, con la educación y con la sociedad que nos rodea, que se plasma en colaboraciones con ONG’s, campañas de concienciación o programas educativos con escuelas locales.
Ambas entidades, APTCAN y El Capricho han decidido colaborar en una iniciativa que aúna arte y diversidad.
En base a ella, APTACAN proporcionará a El Capricho de Gaudí una serie de sesiones de formación para mejorar la calidad de sus visitas y el servicio que ofrecen a personas con TEA.
Lo novedoso de esta acción es que la formación se realizará de manera dual. Por una parte, serán los técnicos de la asociación quienes capaciten al personal. Pero, por otra, sumamente importante y novedosa, será la “incubadora” de la asociación, formada por personas autistas, la que complemente los conocimientos del equipo de El Capricho de Gaudí.
Las primeras sesiones, que tuvieron lugar en el mes de Febrero, han permitido al equipo de mediación del museo conocer mejor los trastornos dentro del espectro autista y trabajar en protocolos específicos para la atención a personas con TEA.
Además, el Capricho de Gaudí realizará a lo largo de todo el año 2023, diferentes acciones de sensibilización con sus visitantes. Las primeras ya comenzaron en las navidades de 2022con una campaña solidaria, y seguirán durante todo el año con actividades específicas para todos los visitantes que lleguen al edificio
El equipo de El Capricho de Gaudí, asesorado por los técnicos de APTACAN, creará un manual de atención a las personas de este colectivo. Además, se creará un protocolo de atención que permita mejorar su experiencia de visita a esta conocida obra arquitectónico.
Finalmente, se realizará un programa de visitas gratuitas y adaptadas para las familias de la asociación. Estas visitas se realizarán en diferentes formatos, en función de las necesidades de cada grupo y serán gestionadas a través de la asociación APTACAN.
Este proyecto tendrá además una vertiente terapéutica, ya que a lo largo del año los técnicos de la asociación APTACAN, sus usuarios y los profesionales del Capricho de Gaudí, trabajarán para estudiar y cuantificar los efectos positivos que tiene la experiencia cultural en la mejora de las condiciones de una persona con autismo.