Los investigadores de la trama de Carreteras en la Consejería de Obras Públicas tenían claro ya que los pagos de las empresas adjudicatarias (fundamentalmente RUCECAN, API MOVILIDAD y LA ENCINA) se canalizaban de diversas vías: desde hacerse cargo del renting del Volvo (API) hasta contratar ficticiamente a la mujer del funcionario detenido e investigado (LA ENCINA, pero también RUCECAN, por el régimen agrario), como la empresa familiar, una copistería-inmobiliaria que gestionaban la madre y las hijas (una, con una vida ociosa; y una de las hijas, en la Universidad en Madrid).

La hija del funcionario de Carreteras estaba al frente de una empresa de fotocopias mientras estudiaba la carrera en Madrid

Y que, según constatan los investigadores en el sumario que viene contando en las últimas semanas EL FARADIO, la empresa, PARIVARA LAGANI, recibía sus principales ingresos de las empresas adjudicatarias de las obras en base a los informes (y asesoramiento) que emitía el jefe de servicio de Carreteras, Miguel Ángel Díez, detenido e investigado.

“Emíteme factura de algo gordo”: así es el cierre de año en una copistería fantasma

Si al principio se había detectado que las empresas que hacían estos pagos, con apariencia de facturas, eran RUCECAN y LA ENCINA, adjudicatarias directas de obras, luego afloró una tercera: Ferrallas Hipremón, con sede en Polanco, y de la que se había comprobado que tenía como principales clientes precisamente a RUCECAN  y LA ENCINA.

Una empresa de Polanco con RUCECAN y API MOVILIDAD como clientes también emitía facturas a la fotocopiadora fantasma de la trama de Carreteras

LAS MUÑECAS RUSAS QUE ESCONDEN A RUCECAN

Hay más: según recoge el sumario, al que tiene acceso EL FARADIO, resulta que FERRALLAS HIPREMÓN tiene como único socio a la empresa HPM ROLISAS. 

Como en una sucesión de muñecas rusas que han conseguido desenmascarar los investigadores, el administrador único de esta empresa, de HPM ROLISAS (socia única de FERALLAS) es otra empresa, CALAFATE REAL STATE.

Y, y aquí se cierra el círculo, el representante de CALAFATE REAL ESTATE es Secundino Vidal de Celis, administrador de RUCECAN, uno de los dos hermanos con los que el jefe de Servicio de Carreteras mantiene conversaciones recurrentes.

Es decir, contándolo a la inversa, uno de los hermanos de RUCECAN administraba la empresa que era socia única de otra empresa que figuraba como administradora de la empresa que era la socia única de la una de las empresas que generaba ingresos a la copistería fantasma de la familia Díez Barrio-Del Río. Esta tercera empresa no era adjudicataria directa de obras, pero sí que tenía ingresos de RUCECAN y LA ENCINA, que sí que eran beneficiarias recurrentes de las licitaciones que gestionaba el funcionario.

LAS EMPRESAS QUE HACÍAN INGRESOS EN LA CUENTA DE LA COPISTERÍA, VINCULADAS A LOS CELIS

Hay más: en 2012 los ingresos de la copistería vienen de RUCECAN, LA ENCINA y CANNOR (que es una empresa del grupo LA ENCINA).

Y de una cuarta persona: José Ignacio Ahumada Gutiérrez (que figura en el registro mercantil como administrador de las empresas constructoras especializadas en metal INGENIERÍA DEL PVC ACERO Y ALUMINIO e INGENIERÍA CONSTRUCCIONES DE ACERO DE CANTABRIA, ubicadas en el Valle de Buelna). 

Al margen de los datos de la Agencia Tributaria, están los movimientos bancarios: entre las empresas que realizan pagos a la copistería están no sólo RUCECAN, LA ENCINA-CANNOR y la ahora mencionada FERRALLAS, ligada a uno de los dueños de RUCECAN.

También aparecen otras dos empresas: DESARROLLOS MAIDENOR y LISMAINOR.

DESARROLLOS MAIDENOR está administrada por Secundino Vidal de Celis, y participada por este, su hermano Elías (los dos al frente de RUCECAN) y una tercera persona, Miguel Ruiz Vélez.

Y LISMAINOR está administrada a su ves por DESARROLLOS MAIDENOR que, como acabamos de comentar, tenía como administrador a un Celis y como socios a los dos Celis y un tercero.

MÁS DE LA MITAD DE LOS INGRESOS, SIN PAGADOR CONOCIDO

En cualquier caso, no resultó tan eficaz el esquema de ingresos armado para, tal y como reseñan los investigadores, camuflar desde la empresa pagos al funcionario sin respaldo en actividad real (el centro de actividad de la copistería estaba en el propio domicilio familiar, y no se encuentra ninguna conversación tanto de la madre, entregada a una vida ociosa, como la hija, en Madrid en la Universidad, en la que se hable de encargos, clientes, proveedores o nada similar a lo que implica gestionar una empresa). 

No lo resultó porque la Agencia Tributaria constata que si bien la empresa declaró cantidades por valor de 402.855 euros, todavía quedaban más de 234.000 euros sin declarar y sin pagador conocido.

Pero la cifra de ingresos totales de la copistería-inmobiliaria (también empresa de reformas) ascendió en dos años, 2021 y 2022, a 555.038 euros.

Los investigadores corroboran lo que vienen sosteniendo, con  más pruebas según avanza la investigación: el grueso de los ingresos de la copistería proceden de los pagos que las adjudicatarias de los contratos en los que interviene  Miguel Ángel Díez y a las que favorece. 

El funcionario, señalan, utiliza esta sociedad exclusivamente para canalizar los fondos recibidos por sus actividades ilícitas, siendo todas las empresas pagadoras del círculo de los investigados Elías Celis, Secundino Vidal Celis y José Sáiz (de LA ENCINA-CANNOR).