Amica cumple 30 años desde su reconocimiento como entidad de Utilidad Pública
El 26 de marzo de 1993 la asociación Amica fue reconocida como entidad de Utilidad Pública por parte del Consejo de Ministros. Un reconocimiento temprano, para una asociación que apenas contaba con nueve años de historia tras ser fundada en 1984 por un grupo de familiares de personas con discapacidad y de profesionales. Un grupo reducido de personas, pero que, con su espíritu emprendedor y su esfuerzo han conseguido que Amica haya sido capaz de cambiar las vidas de miles de personas.
No hablamos de una asociación al uso; es decir, de una unión de personas en busca de fines concretos cuyo propósito finaliza tras su consecución. Hablamos de una entidad que persigue como propósito “Descubrir las capacidades de cada persona cuando la discapacidad aparece en nuestra vida, y crear oportunidades para la diversidad humana, implicando a la sociedad en el cambio que facilite la participación en igualdad”. Su labor no tiene fin.
Pero después de 39 años de trabajo, en los que se han conseguido muchos avances sociales y mejoras que han supuesto cambios radicales en las vidas de miles de personas, aún queda mucho por hacer. No resultó sencillo cambiar la mirada que la sociedad tenía respecto a las personas con discapacidad. Tampoco lo fue desinstitucionalizar los cuidados y la atención. El reto del lenguaje es un elemento claro que demuestra, de manera bastante gráfica, cómo hemos cambiado. Términos que ahora consideramos inaceptables, pero que presidían toda mención a una persona con discapacidad.
Descubrir las capacidades de las personas y fomentar su autonomía e independencia son pilares fundamentales de la filosofía de la entidad, que en estos 30 años ha colaborado en que más de 2000 personas hayan encontrado un futuro laboral, en que hayan podido desarrollar sus capacidades también en este entorno. Tres décadas en las que más de 8000 personas han recibido alguno de los servicios que Amica ofrece para mejorar sus vidas.
Actualmente cuenta con cuatro Centros Especiales de Empleo de iniciativa social, en los que en 2022 trabajaron más de 450 personas con algún tipo de discapacidad, desplegando todas sus capacidades en alguna de las actividades que se desarrollan en ellos: lavandería, confección, gestión de residuos, o cuidado del Medio Ambiente son solo algunas de ellas. Respecto a esta última actividad, cabe destacar que la entidad planteó desde su fundación, y lo sigue haciendo, la necesidad del cuidado de la Casa Común, del Planeta.
Lucha contra el cambio climático y trabaja en regenerar espacios naturales a través de actividades y proyectos como el LIFE Stop Cortaderia, a través del cual ha trabajado en la erradicación del plumero de la Pampa, especie invasora que puebla cada vez más nuestra región. También en Valencia, en el Campus Diversia, una iniciativa social, medioambiental y un punto de intercambio de conocimiento en una finca de 412 hectáreas entre los municipios de Yátova y Buñol. Un proyecto innovador que busca colaborar en el reto climático, el demográfico, ayudando a que las personas del entorno no tengan que abandonar su casa para trabajar; y ante todo, en el social, continuando la labor que ese pequeño grupo de personas comenzó en 1984 y que ahora se ha convertido en un grupo que da empleo a más de 600 personas.
30 años de Utilidad Pública, un reconocimiento exigente y que ha de ser renovado anualmente. Un periodo cargado de ilusión y casi 39 años de labor social, abierta a todas las personas. Una labor que se va ampliando y que confía en cambiar las cosas, sobre todo la mirada de la sociedad hacia las personas con discapacidad. Eso buscan desde Amica: que todas las personas, tengamos las capacidades que tengamos, nos miremos a los ojos y sepamos reconocernos en ellos como semejantes.