Sucedió, lo recordamos, que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, fue a Bruselas, corazón de la Unión Europea, en una comitiva del Partido Popular que denunciaba, más bien predecía, que ningún regidor de esta formación recibiría los fondos europeos creados para la recuperación y canalizados desde cada gobierno estatal.

Sucedió a la vez, ya es mala suerte, que ese viaje coincidió con el conocimiento de que la capital quedó descolgada de una de esas convocatorias –que miden puntos y condiciones, base- por una confusa mezcla de problemas tecnológicos, retrasos de plazos y monopolización del personal de la casa por la numantina defensa del PP de su huida hacia delante contra la comisión de investigación de las basuras.

Pasaron los meses y, convirtiendo al PP estatal en un mal augur, el eco de los fondos europeos en la ciudad se va notando, desde la rehabilitación de viviendas en el Barrio Obrero del Rey y las Casas de la Renfe, en Santander, amén de otras iniciativas de las que directamente ha presumido –y presumirá- la alcaldesa en su preprecampaña, como el plan de sostenibilidad turística para la costa norte de Santander: dinero europeo gestionado por el Estado y la comunidad autónoma, todos esos entes opresores –en especial ese terrible Gobierno central que dio a Santander una segunda oportunidad, en forma de convocatoria especial, para volver a presentar bien la ayuda y estar pendiente de dar bien el botón de enviar-.

La última, este mismo lunes,  en el que la alcaldesa inauguraba la Oficina de Inclusión Social, destinada a trabajar en la formación de las personas en riesgo de vulnerabilidad.

En ella se va a desarrollar el Plan de Inclusión Municipal, con 98 medidas para favorecer la integración de los ciudadanos y los colectivos más vulnerables.

En esta oficina se va a desarrollar el programa financiado con fondos europeos ‘Itinerarios de Inclusión Social y su Evaluación’ con el objetivo de trabajar con 1.100 preceptores del Ingreso Mínimo Vital proporcionándoles diferentes píldoras formativas. Al final de la formación, 72 personas tendrán acceso a un puesto de trabajo durante tres meses.

La propia alcaldesa reivindicaba el carácter pionero del proyecto, con un presupuesto de 827.800 euros y para el que el Ayuntamiento de Santander ha recibido una subvención de los fondos europeos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Solo Sevilla y Santander lo han recibido.

El objetivo del proyecto es analizar la situación de las personas que perciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV) en Santander e intentar su reincorporación al mercado laboral. Para ello, se hace necesario proporcionar diferentes píldoras formativas que puedan significar en la persona un cambio en su trayectoria ocupacional y puedan servir de estímulo en la mejora o cualificación formativa, búsqueda de empleo…

Asimismo, se trabajará en el desarrollo personal con la mejora de la autoestima, con sesiones grupales, con una ratio de 9-10 alumnos por formador durante 15 días. El objetivo es fomentar en los participantes el autoconocimiento del nivel de autoestima y autoeficacia, mejorar y generar conductas proactivas.

También se incidirá en la Formación Profesional proporcionando conocimientos y destrezas básicas de las ramas profesionales de hostelería y limpieza

LA OFICINA

Durante la visita, Igual ha indicado que a la oficina se van a derivar también desde las 8 Unidades de Trabajo Social a todas aquellas personas que han sido valoradas y que, según los informes de los técnicos, precisan de formación para su inserción laboral.

Tal y como ha detallado, la oficina consta de dos espacios. Uno habilitado para el trabajo de varios profesionalesde servicios sociales para realizar inserción social y otro espacio donde se llevarán a cabo los cursos y los talleres de formación profesional en hostelería, limpieza, nuevas tecnologías y aquellos aspectos más demandados por el mercado laboral.