Novedades en las ayudas para emprender el empleo autónomo
El decreto para la ‘Promoción de Empleo Autónomo’, que ha sido negociado en el seno de la Comisión Sectorial de Empleo y Formación del Diálogo Social incluirá el fomento de iniciativas de emprendimiento viables, con importantes novedades.
La primera novedad será la adopción de ‘opciones de costes simplificados’ por lo que el importe de la subvención no tendrá como fin único y exclusivo la cotización a la Seguridad Social, si seguirá siendo necesario mantener la actividad o negocio durante un plazo de tres años.
La segunda novedad es que se configurará una doble subvención para fomentar proyectos en actividades económicas prioritarias, como es la transformación verde, digital, inclusiva y social de la economía o proyectos en municipios con riesgo grave de despoblamiento.
Por último, las ayudas se abren también a las personas que, residiendo fuera de España, desean retornar para establecerse por cuenta propia y desarrollar su actividad económica principalmente en o desde el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Eugenia Gómez de Diego, ha anunciado estos cambios durante la presentación del informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor ) Cantabria, sobre el emprendimiento, un estudio exhaustivo que analiza la salud y características del emprendimiento en nuestra región y que forma parte de una red mundial que en España coordina el Observatorio del Emprendimiento de España (Red GEM España) cuya presidenta es la catedrática de la Universidad de Cantabria Ana Fernández Laviada.
Durante su intervención ante más de medio centenar de emprendedores, la consejera de Empleo ha recordado que “el programa de promoción del empleo autónomo supuso en 2022 una inversión de más de 9 millones de euros que benefició a 1.336 personas. Se trata de una de las principales políticas activas de empleo que vamos a mejorar para seguir apoyando a las personas emprendedoras”
ACTIVIDAD EMPRENDEDORA
Algunos de los datos del estudio con relación al fenómeno emprendedor es que la percepción de oportunidades para emprender se está recuperando tras la pandemia de la Covid-19 pero se acentúa la diferencia entre las percepciones de hombres y mujeres involucrados en la actividad emprendedora, a favor de los hombres.
Ganarse la vida porque el trabajo escasea es el principal motivo por el que emprenden los cántabros. La edad media de los emprendedores cántabros es muy diferente entre los distintos colectivos, siendo en todos los casos superior a la media nacional.
El miedo al fracaso es una barrera que desincentiva la actividad para aquellos que no cuentan con ninguna experiencia emprendedora previa. En torno al 25% de la población emprendedora considera el miedo al fracaso como una barrera para iniciar un negocio, siendo este porcentaje considerablemente mayor en el caso de las mujeres.
La TEA (tasa de emprendimiento incipiente o reciente) regional registra un leve recorte respecto al año 2020 (6,1% frente a 6.6%), pero sigue por encima de la media nacional (5,5%).
Pese al ligero descenso de la TEA, hay señales positivas como el aumento en los emprendedores potenciales y en los empresarios consolidados. La tasa real de cierres efectivos se mantiene en torno al 1%, siendo las principales razones la rentabilidad del negocio (33,1%), las razones personales (26,5%) y la COVID-19 (20,1%).
La participación femenina en el proceso emprendedor varía en función de las etapas. Así, las mayores diferencias se registran entre los emprendedores potenciales, mientras que apenas existen entre los empresarios consolidados.
Con relación a las actividades, predomina el sector servicios en cuanto a la creación de empresas, siendo la mayoría microempresas con casi la mitad de los emprendimientos orientados al autoempleo. El nivel de desarrollo tecnológico del emprendimiento regional es bajo. En torno a un 25% de los emprendedores cántabros innova en productos, servicios o procesos.
La internacionalización alcanza al 29,7% de las iniciativas emprendedoras y aproximadamente un tercio de las empresas se ha digitalizado como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, y la proporción se mantiene si se tienen en cuenta las expectativas de adoptar tecnologías digitales en un plazo de 6 meses.