Ferrovial abandona su sede social en España sin resolver la venta de los servicios no sanitarios de Valdecilla a un fondo financiero
El traslado, ya definitivo y aprobado este jueves por los accionistas, de la sede social de Ferrovial a Países Bajos ha contribuido a enredar más el contrato de servicios no sanitarios del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla –con el matiz de que en un engranaje complejo como es un centro sanitario de referencia, es difícil trazar de forma nítida la línea entre lo no sanitario y lo sanitario y servicios aparentemente no médicos como la limpieza o la alimentación acaban teniendo su impacto, como señalaba el propio contrato.
Recordamos: la fórmula que encontró el gobierno del PP 2011-2015, el de la mayoría absoluta, para finalizar las empantanadas obras de Valdecilla –tras el derrumbe de parte de la fachada de Trauma que causó varios muertos se optó por una ampliación—fue adjudicar la obra a una única empresa que asumiría de golpe y por varios lustros decenas de contratos no sanitarios.
Esa empresa fue –en alianza con SIEC- Ferrovial, para entonces ya mucho más que una mera constructora o empresa de ingeniería civil, sino una multiservicios, la fórmula a la que en aquellos años de crisis tendieron empresas que expandieron sus áreas de actividad en una fórmula que les permitió conseguir ingresos recurrentes, estables, desde las administraciones por servicios como la limpieza o los jardines en un momento en que la obra civil o el sector privado escaseaba.
Y si hace un año lo que se contaba es que Ferrovial había vendido a un fondo financiero, Portobello, la división de servicios en la que se encontraba el Smart Hospital, el nombre que aglutina a todos esos servicios, hacia finales del año pasado el tema evolucionó a que la propio Portobello ponía esa división en venta sin haber llegado a culminar el año entero a su cargo.
Que todo se complica y 2023 no es un año en el que algo resulte fácil empieza a ser más bien obvio, y no lo decimos sólo por la pila de párrafos de contexto que estamos teniendo que emplear para contar esta historia.
Sino porque en realidad es más complejo: no es que Ferrovial vendiera su parte a Portobello, pasando de una ingeniera a un fondo de los considerados agresivos –el más importante a nivel estatal, y con varias de sus empresas acogidas a rescates estatales a través de la SEPI-, sino que Ferrovial reducía su parte y creaba, junto al fondo, aunque teniendo este la mayoría, una nueva sociedad, Serveo.
La primera operación, la venta de gran parte –dicho de otro modo, el retroceso dentro de la propiedad- a Portobello se cerró en 236 millones de euros. La segunda operación, no concluida, cuenta como asesor con el Banco Santander.
El megacontrato de Valdecilla supone ingresos de 759 millones de euros hasta 2034.
PORTOBELLO, EL FONDO CON DINERO QUE ACABÓ RESCATADO
En total, el fondo Portobello, en cuyas manos sigue la mayoría del contrato de Valdecilla hasta que se ejecute la venta, de momento sin novedades que hayan trascendido suma hasta 108 millones de euros en rescates públicos a distintas de sus empresas: 25 millones para la cadena hotelera Blue Sea Hotels, 40 a la cadena dental Vivanta, 28 para Mediterránea de Catering, servicio de restauración con mucho peso en lo sanitario y 15, al margen de la SEPI, para Sidecu, que gestiona la cadena de gimnasios Supera.
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