Cuando Pepe Hierro describió enfermedades para un congreso médico
«Pienso a veces en esos pueblos / anegados en un embalse. / Todo lo fue habitando el agua; / hay peces donde hubo aves. / Las aguas trajeron silencio / -aguas que diluyen y abaten- / y dejaron un sedimento / siempre nostálgico de aire.”
De esta forma retrataba el poeta José Hierro, la Hidranencefalia, una malformación en la que los dos hemisferios del cerebro están ausentes y son reemplazados por sacos llenos de líquido cefalorraquídeo.
Un poema que consta en una peculiar obra que mezcla textos de Pepe Hierro y caricaturas del neurólogo Jesús Muñoz: ‘Emblemas Neurorradiológicos’, con el que acaba de hacerse la Biblioteca Marquesa de Pelayo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV).
La obra, llevada a imprenta en Madrid en el año 1990, según ha explicado el bibliotecario Mario Corral, es un ejemplar “de extraordinaria rareza”, que incluye 18 ilustraciones de Jesús Muñoz “de muy buena factura”, acompañadas de otros tantos poemas de José Hierro, “cuya calidad se da por supuesta”, ha añadido.
“Prueba de su importancia”, ha destacado el bibliotecario, es que la obra formó parte de la última exposición que la Biblioteca Nacional de España dedicó al poeta, “aunque en Madrid no se ha podido disfrutar de todo el conjunto sino tan solo de una parte”.
Y, aunque la Biblioteca Marquesa de Pelayo no es una biblioteca abierta al público en general, sino una biblioteca especializada, biomédica, de acceso restringido, quien quiera admirar la “magnitud de este ejemplar”, se puede poner en contacto con el personal encargado y, aun sin ser personal sanitario, podrán disfrutar de la obra, ha señalado Mario Corral. Además, “expondremos de forma permanente las ilustraciones y poemas más interesantes. No es para menos”, ha espetado.
Las ilustraciones de ‘Emblemas Neurorradiológicos’ fueron en su origen caricaturas empleadas por el facultativo en un congreso internacional, pero dado su éxito, se convirtieron en emblemas, es decir, jeroglíficos cuyo enigmático sentido se explica, de forma debidamente velada, al pie del dibujo. “Es entonces cuando entra en juego José Hierro, cuyos poemas ayudan a descifrar las alegorías que presenta el neurólogo”, ha aclarado Mario Corral.
En palabras del propio José Hierro recogidas en una entrevista de época, “elegí la pomposa y desmesurada octava real para los temas más jocosamente tratados por el doctor-pintor, y las series de eneasílabos blancos para las malformaciones infantiles, vistas por Jesús con piedad y ternura.”
Las ilustraciones, a juicio de Corral, “son de una extraordinaria contemporaneidad”. “A mí me recuerdan”, ha dicho, “a lo que hace a día de hoy, por ejemplo, Fernando Gutiérrez, artista asturiano de línea muy depurada. En todo caso es una obra muy actual, seguramente porque lo bueno, como decía el escritor cabuérnigo Manuel Llano, es siempre moderno. Por eso quizá, porque todo lo bueno es moderno, que estas ilustraciones también recuerden, de alguna manera, a los dibujos que hacía Cajal”, ha señalado el responsable de la biblioteca.
José Hierro diferenciaba entre poemas “de oficio” y aquellos otros “inspirados”. De hecho, aseguraba el poeta que “en el primer caso yo sé más que el poema. En el segundo”, continuaba, “él sabe más que yo, es él quien me guía; pero ¡ojo!, a la manera que el perro lazarillo guía al verso, pero a condición de que antes haya sido adiestrado.”
Muchos de los poemas de ‘Emblemas Neurorradiológicos’ son del primer tipo. Pero también los hay inspirados, “y de extraordinaria calidad”.
Y, como ejemplos se pueden citar el poema dedicado a la malformación de Chiari, que sucede cuando parte del cráneo es deforme o más pequeño de lo normal, presiona el cerebro y lo fuerza hacia abajo, o el que habla de la Agenesia de cuerpo calloso, que es cuando está ausente el cuerpo calloso que une ambos hemisferios cerebrales. En este último caso, la ilustración de Jesús Muñoz representa un ave que escapa de una jaula abierta que es una cabeza.