Cantabria registró en el primer trimestre de este año un total de 1.591 accidentes de trabajo, 774 ó 32% menos que los 2.365 de 2022 en el mismo período por la menor incidencia de los leves asociados al Covid en el sector socio sanitario, que disminuyen más de un 78% con 790 menos (de 1.012 a 222), según informa UGT-Salud Laboral.

Según las estadísticas del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), en los tres primeros meses de 2023 se han contabilizado en los centros de trabajo un total de 1.584 siniestros leves (32,6% menos que en 2022), 6 graves (9 menos) y 1 mortal en un balance que no incluye a los marineros fallecidos en el naufragio Vilaboa-1 a principios del mes de abril.

UGT aclara que, salvo por la mencionada mayor incidencia de los accidentes laborales leves derivados del Covid en el sector socio sanitario el año pasado después de ser reconocidos como tales en la pandemia, los más de 1.500 siniestros de este año siguen siendo la mayor cifra acumulada en la región desde el año 2009 en el mismo período.

Para el responsable regional de Salud Laboral de UGT, «son cifras inasumibles que reafirman la imperiosa necesidad  de adoptar medidas de choque para frenar una siniestralidad laboral que viene creciendo en Cantabria antes y después de la pandemia porque no cesa de aumentar desde el año 2014 en coincidencia con la recuperación económica tras la crisis de 2008».

«Hemos logrado sacar adelante en el diálogo social la nueva Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2028 pero no basta con aprobarla sin más, ahora hay que ponerla en marcha sin más demora y dotarla de los recursos económicos, humanos y técnicos que sean necesarios para invertir esta peligrosa tendencia creciente de la accidentalidad en los centros de trabajo», agrega Flores.

El sindicalista matiza que «de poco sirve contar con una buena Ley de Prevención de Riesgos Laborales y una Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud si luego no se cumple con la normativa legal, que es la única explicación lógica a este aumento incesante de los accidentes de trabajo en Cantabria».

Por ello, el responsable regional de Salud Laboral de UGT insistió en «poner fin al incumplimiento de la Ley de Prevención e intensificar la labor de vigilancia y de sanción de la Administración y la Inspección de Trabajo».

CCOO considera que el aumento de los accidentes in itinere confirma que la siniestralidad laboral sigue creciendo  

Por su parte, Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) ha señalado hoy en nota de prensa, tras conocerse las estadísticas de siniestralidad de marzo de 2023 en Cantabria, publicadas por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), que ‘los buenos datos’ que señalan que la siniestralidad se ha reducido un 9,38% con respecto al mismo mes del año anterior, -se han registrado 638 accidentes (555 en jornada y 83 in itinere)-, en realidad evidencian que la siniestralidad laboral sigue in crescendo en la región.

Así, el sindicato lo ha justificado apuntando a que de enero a marzo de 2022 hubo muchísimas bajas COVID, 937, y que, aunque aún no se han hecho públicos los datos del mismo periodo de 2023, los datos extraídos de enero y febrero de ambos años confirman que ahora son infinitamente menos los casos de baja laboral por este motivo.

Además, para CCOO de Cantabria, el aumento del 36,07% de los accidentes in itinere en marzo de 2023 (83) con respecto al mismo mes del año anterior (61), confirman esta teoría de que la siniestralidad es un mal ya endémico que sigue en ascenso y al que hay que enfrentarse con urgencia.

“Los accidentes de trabajo siguen incrementándose, y, además, tenemos que lamentar una muerte más por accidente laboral, así como tres accidentes graves durante el mes de marzo. Está claro que algo está fallando y que las empresas no están apostando por la prevención de riesgos laborales, y eso lo están padeciendo las personas trabajadoras”, ha señalado Laura Lombilla, secretaria de Salud Laboral de CCOO en Cantabria.

Para Lombilla, “las empresas tienen que dejar de mirar para otro lado, y deben centrar sus esfuerzos en cumplir estrictamente con la ley de prevención de riesgos laborales, para mejorar la prevención en los puestos de trabajo. Venimos reclamándolo desde hace tiempo y seguiremos velando porque en todas se cumpla estrictamente con las medidas preventivas que sean necesarias. Las cifras de accidentes de trabajo siguen siendo inasumibles y por ello es imprescindible dotar a los y las trabajadoras de la formación y herramientas necesarias para proteger su integridad física, la formación de los trabajadores y trabajadoras es una cuestión que las empresas tienen muy abandonada”.

Si comparamos los datos del primer trimestre de 2022 y 2023, vemos cómo el número total de accidentes ha pasado de 2.477 en 2022 a 1.814 en 2023, un 26,77% menos. Sin embargo, el número de accidentes in itinere se ha incrementado un 35,15% (de 165 en 2022 a 223 en 2023), mientras que el número de accidentes en jornada ha disminuido un 31,19%, pasando de 2.477 en 2022 a 1.591 en 2023.

 Por su parte, durante el primer trimestre de 2023 se comunicaron en Cantabria 165 partes por enfermedad profesional, lo que supone un incremento del 106,25% (80 partes en 2022) con respecto a los comunicados durante el mismo periodo del año pasado. Por géneros, el 55,76% fueron de mujeres, suponiendo los hombres el 44,24% restante.

El grupo II, el de las enfermedades causadas por agentes físicos, continúa siendo el grupo con más partes de enfermedad profesional declarados, llegando a suponer el 78,05% del total de los partes declarados durante estos meses. Muy lejos le siguen el grupo IV (inhalación de sustancias) y I (Agentes químicos) con el 1,83% cada uno.

Por último, Lombilla ha señalado que aún con este aumento, la declaración de enfermedades profesionales sigue siendo escasa, por ello desde CCOO se impulsará el desarrollo de los registros de empresas y personas trabajadoras afectadas por exposición a agentes cancerígenos y mutágenos recogidos en la Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo. “Es clave acabar con la infradeclaración de las enfermedades profesionales y este registro es de una importancia fundamental para ello”, ha concluido.