Konecta va demostrando algunos tics típicos de empresas que tienen una aspiración de mejorar resultados pasando por encima de cualquier otra consideración.

Es la empresa que gestiona Digitex, la antigua Unitono de Maliaño. La misma que ha decidido trasladar una actividad de teletrabajo, aunque eso cueste 175 despidos. Esa es la cifra de personas que trabajan en esta planta de la empresa. Y ahora se enfrentan a decidir si se trasladan a Jaén o Barcelona o pierden su trabajo (precario).

La compañía española (pero con un 70% del accionariado siendo británico o estadunidense) está en un momento especial, porque está integrando a la italiana Comdata, que es quien se encargaba de gestionar Digitex. Según un artículo publicado por El Confidencial, esa integración va cumpliendo lo previsto. La empresa cerró en octubre la adquisición y eso se traduce en aumentar sus expectativas de negocio en países como Italia, Francia y Reino Unido.El resultado de Konecta en 2022 fue de casi 2.000 millones de euros de beneficio, y la esperanza de poder superar esa cifra en 2023, con 300 millones de beneficios antes de impuestos (el término económico es ebitda). Ahora, mejorar también se traduce en mover a una parte de la plantilla de sitio.

El comportamiento resulta familiar. Ya se ha visto en otros casos. Y es que esta es una empresa española que cuenta con la presencia en su accionariado de Intermediate Capital Group (ICG), un fondo de inversión. En su página web habla de términos como «ambiciosos negocios» o «rendimientos de inversión sobresalientes para sus clientes». Sólo que eso se busca sin tener en cuenta a su plantilla que, tras alguna subida del Salario Mínimo Interprofesional, ni siquiera llegaba a esa cifra por su trabajo.

Y ahora se toma esta decisión, que nada tiene que ver con internacionalizar la empresa, ni deslocalizarla, sino hacer un traslado dentro de un mismo país. Curiosamente, los servicios que se ofrecen son de telemarketing. Es decir, atender llamadas telefónicas de clientes. Algo que se puede hacer del mismo modo desde Barcelona o desde Maliaño.

El mismo artículo de El Confidencial especifica que el 86% de los empleados trabajan fuera de España, lo mismo que desde fuera llega el 75% de los ingresos, aunque el 65% de ellos provienen de la zona euro. Pero aquí se trata de un traslado de personal dentro de España.

Ya se ha producido una primera reacción de las trabajadoras de este centro, y es responder con una concentración donde se van a iniciar las negociaciones para el cierre, este mismo jueves.

Sin embargo, este es otro momento más de reacción después de un camino que ha tenido diversos momentos de conflicto. Pérdidas de actividad, cambios de subcontratas, EREs, condiciones precarias. Y esto, en un sector claramente feminizado.

En el telemarketing es más común encontrar jornadas de trabajo parciales, lo que se traduce en trabajadoras que no pueden juntar un sueldo completo y suficiente para una vida digna. Es decir, un trabajo precario donde podemos ver casos de este tipo, en los que no se tiene suficiente respeto por las personas que contribuyen a la buena macha de la empresa.

Ahora, de un plumazo, hay 175 personas que deben elegir entre cambiar de residencia a una provincia lejana, o tener que buscarse un trabajo nuevo. Antes hemos tenido estos otros casos.

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