Las trabajadoras de Digitex se concentran este jueves frente al hotel NH de Santander ante el arranque de las negociaciones sobre el cierre del centro de Maliaño
El jueves arrancan las negociaciones en torno al traslado de los servicios que el gigante del contact center Comdata presta en Maliaño y que en la práctica supone el cierre del centro que tiene en Maliaño, la antigua Unitono o Digitex.
Un traslado, a ciudades como Barcelona o Jaén, que los sindicatos ya han advertido que supone un ERE encubierto, ya que de no aceptarse una movilidad –que choca con la propia práctica del teletrabajo que este sector está más preparado para hacer que cualquier otro- supone el despido de la plantilla, compuesta por 175 trabajadoras de un sector altamente feminizado y precario, con muchas jornadas parciales o contratos temporales encadenados. Es un centro que llegó a tener 1.500 en plantilla y donde en una de las últimas subidas del salario mínimo se evidenció que ni siquiera se llegaba a la cifra marcada.
De cara al arranque de las conversaciones, las trabajadoras han convocado una concentración, que será este jueves 27, de 10.30 a 11.30 horas, a las puertas del Hotel NH Ciudad de Santander (calle Menéndez Pelayo), para la que piden “todo el apoyo posible”, de amigos, familiares, compañeras de otros centros de contact center como Atento, “y todos los que podáis asistir”.
Digitex es la marca que sigue funcionando e incluso es una empresa propia, pero a la hora de la verdad forma parte del gigante europeo del sector , que surgió de la fusión de Comdata y Konecta, ambas a su vez propiedad de fondos financieros, cada vez más presentes en distintos sectores de la economía desde que entraran por la vivienda.
Por un lado, Konecta es una empresa de origen español, aunque con mucha presencia tanto en Estados Unidos como en América Latina.
Es una sociedad cuyo fundador trabajaba en la financiera del Banco Santander y le planteó la posibilidad de externalizar los servicios de call center, surgiendo, hace 20 años, una empresa participada por el banco y otras firmas de la que el Santander acabaría desprendiéndose en 2019 y que comenzó a ser interesante para los fondos, como el francés Pai Partners, ya fuera,y luego fue participada por el fondo británico Intermediate. Capital.
Por otro, Comdata es una empresa de origen italiano, con presencia en una decena de países europeos. En 2015 fue adquirida por el fondo estadounidense Carlyle.
La fusión de ambas, hace prácticamente un año, generó un grupo, el sexto del mundo en el sector, con una capacidad de facturación de 2.000 millones de euros, 130.000 empleados y 500 grandes cuentas, aunque supuso la salida de Carlyle (el fondo dueño de Comdata, la parte italiana). La operación permitió a Konecta refinanciar una deuda de 800 millones de euros.
No es la primera vez que un fondo construido a base de comprar sectores, empresas o fusiones luego destruye empleo: en Cantabria tenemos más o menos reciente el caso de la cadena de perfumerías Douglas, reducidas a su mínima expresión y propiedad de CVC Capital Partners, que la hizo grande (presente en una veintena de países, más de 20.000 trabajadoras) a base de compras de otras cadenas, para cerrar el proceso desprendiéndose de 200 tiendas en todo el país.
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