Una abogada francesa, que llegó a Marruecos en una visita coordinada con la Liga para la protección de los prisioneros saharauis en las cárceles marroquíes, ha sido expulsada por las autoridades de ocupación marroquíes.

Según informa sobre el terreno Equipe Media, la abogada, Elise Taullet, solicitó visitar a sus clientes, los prisioneros políticos saharauis del grupo Gdeim Izik, para ver sus condiciones en las cárceles marroquíes.

>A pesar de múltiples solicitudes, el Ministerio de Justicia, la Administración penitenciaria y la Fiscalía rechazaron su demanda. Taullet decidió entonces visitar a las familias de los prisioneros en la ciudad de El Aaiún ocupado, así como detenerse en Tan-Tan para visitar al prisionero político saharaui Yahya Mohamed Elhafed Iazza, que fue liberado recientemente tras 15 años en la carcel, y a la familia del prisionero Elhoussain Amaadour.

Las autoridades marroquíes, representadas por la gendarmería real, la detuvieron en el puesto de control de la gendarmería de Oued Elwaer (a unos cien kilómetros al sur de la ciudad de Tan-Tan) y la metieron en un taxi hacia la ciudad marroquí de Agadir, impidiéndole llegar a la ciudad de El Aaiún ocupado.

La Liga para la protección de los prisioneros saharauis en las cárceles marroquíes ha condenado la expulsión ilegal de la abogada francesa Elise Taullet y ha declarado su solidaridad incondicional hacia ella.

Además, la liga ha pedido que se respeten las obligaciones de protección de los prisioneros civiles del Estado marroquí en virtud del derecho internacional humanitario. Asimismo, ha pedido a los Estados y organizaciones internacionales que aumenten las presiones para que el Estado marroquí cumpla sus obligaciones y libere a todos los prisioneros civiles saharauis detenidos en las cárceles marroquíes sin condición alguna.

La expulsión de la abogada francesa se enmarca en un contexto de limitación y vulneración continua de la libertad de prensa y la libertad de movimiento en el Sáhara Occidental. La población saharaui que vive bajo ocupación marroquí se enfrenta a toda una serie de abusos y violaciones de sus derechos humanos y libertades fundamentales.

Recientemente, las plataformas de apoyo al pueblo saharaui, de la que forma parte Cantabria por el Sáhara, que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, se referían la comparecencia del presidente Pedro Sánchez en el Congreso para explicar las consecuencias del viraje en la relación con Marruecos y la actitud ante el Sáhara.

Un cambio, recuerdan, con el que “dinamitó sin duda alguna un consenso histórico en todo el arco parlamentario”, por lo que el resto de partidos acusaron al presidente y su partido de de “sumisión” y de ceder a los “chantajes” de Marruecos. Asimismo, se le recriminó que las “excelentes” relaciones con el reino de Marruecos no pueden ser a costa del legítimo derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia.

A CEAS, la coordinadora estatal de las asociaciones de apoyo al pueblo saharaui, le llamó la atención el argumento usado por Sánchez de que España  “no está sola” en este cambio, sino que va en la misma línea que once países de la Unión Europea y vinculándolo con Naciones Unidas, un argumento, inciden, ya difundido previamente por periódicos cercanos a la casa real marroquí.

Las asociaciones corrigen y aclaran que en realidad “ninguno de los países citados ha llegado tan lejos en sus posicionamientos como España” ni calificado la propuesta marroquí como la “más seria, creíble y realista”.

Frente a esto, recuerdan que “la sociedad civil española nunca va a abandonar al pueblo saharaui, nunca les va a traicionar ni va a anteponer los beneficios económicos en detrimento de los derechos del pueblo del Sáhara Occidental”.

Y defienden que la solución “más seria, creíble y realista” será “aquella que el pueblo saharaui decida a través del referéndum de autodeterminación que debería haberse celebrado tras la firma de los acuerdos de 1991, y cuyo principal cometido tiene desde entonces la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental)”, en un proceso en el que España sigue siendo la administración responsable, al ser la antigua metrópoli y no haberse culminado una descolonización con independencia del país.