La diversidad del Orgullo planta cara al odio y la censura

Multitudinaria manifestación, con mucho protagonismo juvenil y marcada por la preocupación por los pactos políticos contra el colectivo LGTBI
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Desde el colectivo LGTBI se siente «preocupación» por los discursos de odio, la censura o los retrocesos como los anuncios de supresión del Ministerio de Igualdad o la Ley Trans, señalando a problemas del colectivo como el acoso escolar o las agresiones y reclamando el desarrollo efectivo de la Ley LGTBI aprobada esta legislatura por el Parlamento de Cantabria.

En definitiva, por el «retroceso» en derechos que «tanto costó conseguir», según advertía  el manifiesto leído al término de la manifestación por el Orgullo, el Argullu, que ha recorrido el centro de Santander hasta desembocar frente a Correos, convocada por Alega, Mugura, Cantabria No Se Vende, las Sinsombrero de Castro o la asociación cultural Barcenillas de Ruente y la que han asistido varios cientos de personas y muchísima gente joven.

Ese mismo mensaje de alerta se transmitía en pancartas y lemas expresando la preocupación por las consecuencias de los discursos de odio, como «nos señalan en prime time, nos atacan en las calles»,  «amar no debe costar la vida ni la libertad» o «la transfobia mata».

Todo mientras coreaban lemas como «ni una agresión sin respuesta , «vuestro odio no cabe en nuestras calles» o «nuestros derechos no se negocian», advirtiendo expresamente de que «la Ley Trans no se deroga» (tal y como se está planteando ya desde el PP para el Gobierno central y distintos gobiernos autonómicos).

El clima político se reflejaba en lemas como «la cultura no se censura», «fuera fascistas de las instituciones» o «pactar con Vox nos calla nuestra voz».

La diversidad era la tónica entre los asistentes, entre los que había muchos jóvenes y familias, y se reflejaba tanto en las distintas banderas que reflejan las distintas identidades y luchas del colectivo como en las propias vestimentas y en el fondo de la pantalla e visto rrr en rlas pancartas de los asistentes, entre los que había también representantes políticos de partidos que se presentan a las próximas generales del 23 de julio, como PSOE o Sumar, así como Cantabristas, activistas de sindicatos, asociaciones o movimientos sociales cántabros.

ORGULLO FRENTE AL ODIO

En el manifiesto se aludía además a otras luchas relacionadas con el colectivo o con las que se tienen puntos de contacto, como el feminismo, el antirracismo, las luchas obreras, la defensa del territorio, la educativa y la sanitaria (con referencias expresar a la educación en diversidad, el respeto a las personas trans o el legado histórico de las personas con VIH, cuyo «dolor» fue la «sacudida» que la sociedad necesitaba para visibilizar sus luchas).

Dignidad y lucha eran algunos de los valores a los que aludía el manifiesto, que apelaba a la dignidad, la igualdad y el legado histórico del colectivo desde que empezó el Orgullo con la revuelta en el Stonewall, y con mensaje especial para conseguir calles seguras para las familias LGTBI (uno de los principales mensajes en esta edición del Argullu).

El papel de las mujeres, de las migrantes y sin papeles, la lucha contra el ‘sexilio’ (la marcha de personas del colectivo de sus pueblos o ciudades por el rechazo social) o la incluso de las personas trans frente a discursos excluyentes fueron otras de las referencias del manifiesto, leído por varias mujeres y con interprete para lenguaje de signos, y dentro de un día intenso con todo tipo de actividades, como el concierto de la cantautora Paula Vázquez o la parte más festiva organizada en el Río de la Pila.

LA ASOCIACIÓN CULTURAL BARCENILLAS

El premio Aleguita, que concede la asociación Alega cada año a una entidad o personalidad que apoye al colectivo, era este año para la asociación cultural Barcenillas, en Ruente, por la organización del exitoso Agrogay, cita que llevan organizando dos años seguidos para reivindicar la visibilidad en el medio rural.

Sus representantes, que recogieron un cuadro elaborado por el taller de reciclaje de cartón y papel Dinamo, apelaban a «llevar esto a los pueblos» para que nadie los tenga que abandonar por el «simple hecho de querer».

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