El Real Club Marítimo de Santander no ha incorporado ningún eslogan electoral en su edificio
Esto también pasa en Cantabria, claro. Ayer veíamos una publicación que afirmaba que en el Real Club Marítimo de Santander aparecía el eslogan del que ya se lleva hablando desde antes de la campaña electoral, el que cita a un terrorista y que pretende movilizar al electorado para que haya un cambio de Gobierno en España.
Es un eslogan de muy escaso gusto, y a alguien le ha parecido bien incorporarlo en una foto trucada del club marítimo. Al diario Alerta le ha parecido oportuno cogerla y compartirla. En su noticia dice “parece que alguien las ha puesto ahí”, refiriéndose a las palabras que componen esa frase, que no tiene nada que ver con propuestas de futuro ni formas de mejorar nuestra sociedad.
Componer una noticia a partir de una fotografía falsa es difícil que contribuya a algo bueno. Por ser ese diario hay gente que se lo cree y se encarga de compartir el contenido y, claro, opina sobre el hecho de que una institución incorpore algo así en uno de sus muros, para que sea visible para todo el mundo. Porque también es habitual que no se pinche en el enlace y no se descubra el engaño.
Ahora bien, en el mensaje en redes sociales no se avisa del engaño. Es decir, pongo un mensaje con un enlace a la información, pero luciendo la imagen falsa. Objetivo, ganar clicks y visibilidad, pero sin alertar, haciendo honor a su propio nombre, de que se trata de una falsedad que ha fabricado alguien.
Igual que en un anuncio de una bebida alcohólica tiene que aparecer un mensaje de consumo responsable o en una cajetilla de tabaco tiene que haber mensajes que clarifiquen sin duda lo nocivo que es ese producto para la salud, cuando basas una información en algo que no es real, por lo menos deberías de avisar de lo que estás haciendo, porque si no es desinformación o bulo deliberado.
Si todo vale por defender los mensajes que más te gustan y que tienen más incidencia para intentar lograr más votos, no se llama periodismo, se llama de otra forma peor, y a lo que realmente contribuye es a simplificar la sociedad tratando de confundirla y diciéndole que las cosas son blancas o negras.
Eso no es así. Este fin de semana se ha celebrado la Virgen del Carmen en el Barrio Pesquero y precisamente eso se palpa. No todo el mundo tiene que ser de un bando o de otro, la vida se puede ver con una lógica mucho más amable, con un sentido de pertenencia que no tenga nada que ver con mirar a otras personas como enemigas, con una visión familiar de las cosas, que nos hace mucho más acogedores.
Esa es una manera de pensar y actuar que se aleja de engaños interesados, de enfrentar a unos contra otros, sino que pretende que se pueda convivir en un espacio común. Lo contrario, dividir y enfrentar, sólo puede conseguir una sociedad peor y quién sabe si repetir cosas que deberían ser irrepetibles.