La Mala Hierba publica ‘Cobijo’, su nuevo trabajo
‘Cobijo’ es el nuevo trabajo de La Mala Hierba y, aunque todavía no han realizado su presentación oficial, ya está a la venta en La Vorágine y también en Discos Cucos, en la calle Santa Lucía de Santander.
De momento está disponible en Bamdcamp donde lo acompañan con el texto:
Anuncia el cielo galerna y un viento áspero arrecia en la nuca.
Ven a la casa, abiertas están las puertas, los ojos, los brazos.
Suena la música, escucha el latido, la respiración.
Entra, acurrúcate.
En el patio las malas hierbas traman un nido con sus raíces.
¿A quién cobijas?, ¿cuál es tu cobijo?.
Quizá sea tiempo de hacerse esas preguntas.
A quienes estáis en nuestras respuestas y en nuestros abrazos.
Cuentan que irán presentando poco a poco las historias que contiene y las que le han hecho realidad, pero de momento, agradecen todas las colaboraciones, pues «Cobijo” es lo que es gracias a la suma de muchas manos, voces y miradas»
Citan en este capítulo de agradecimientos a Merce Ruiz, Dani Simons, Natxo Miralles Fernández, Maribel Fernández Garrido, Pablo Cano de Lallana Estudio, Javier G. F. Escudero de Estudios cubex y Alberto y Pablo Sierra de Sierra Studios y añaden que «Eel delicado y repensado diseño ha sido realizado por María José Arce Peekaboo Bang y Diego Gutiérrez, con fotografías de Zaida Salazar».
EL PROYECTO
La Mala Hierba es un proyecto que nace abierto y con afán de no quedarse quieto. Su punto de partida es la canción del mismo nombre, que pretende reivindicar el lugar en la historia de aquellas mujeres que pelearon y siguen luchando por conseguir una sociedad igualitaria, sin construcciones de género determinadas por el sexo biológico. Es un canto a la evidencia de que no importa cuántas veces se fuerce su silencio, se intente extinguir su acción y su pensamiento. Desde tiempos inmemoriales, una y otra vez vuelven a levantarse sus voces. Porque no puede ahogarse el pulso de la mitad de la humanidad. Es un llamamiento a la conciencia, un acicate para quienes permanecen ajenos a la injusticia de la desigualdad, una respuesta firme a quienes intencionadamente quieren mantenerla.
La idea es que la canción sea el germen, la primera de las “malas hierbas” y que a partir de ésta, pueda ser cantada por otras voces, también recitada, dibujada, fotografiada… dotada de diferentes cuerpos o formas. Y así, conseguir que se extienda e inicie un recorrido sin límite.