El Juzgado avala la toma de control de CELSA por parte de los fondos
El Juzgado Mercantil 2 de Barcelona ha dictado una sentencia que acuerda la homologación del Plan de reestructuración propuesto por los fondos acreedores de Celsa, el grupo industrial propietario en Cantabria de emblemas industriales como GSW (Nueva Montaña Quijano), Trefilerías Quijano o Tycsa
Este plan, ya homologado, prevé la capitalización de una parte importante de la deuda, de manera que los fondos de inversión de los acreedores pasen a ser accionistas de la compañía sustituyendo a los actuales propietarios.
En la resolución, el magistrado acuerda la homologación del Plan de reestructuración propuesto por los acreedores de Celsa.
Este plan, ahora ya homologado, prevé la capitalización de una parte importante de la deuda, de manera que los fondos de inversión de los acreedores pasen a ser accionistas de la compañía sustituyendo a los actuales propietarios. La deuda no es una deuda que el grupo adquiriera con ellos, sino que los acreedores, varios fondos financieros y el Deutsche Bank, lo compraron en el mercado por menos dinero del al que realmente ascendía.
En la resolución, el magistrado acuerda la homologación del Plan de reestructuración al entender que este reúne todos los requisitos legales dado que el importe de la deuda es muy superior al valor de la compañía y que, con la propuesta de los acreedores se asegura la viabilidad del Grupo Celsa.
La sentencia afirma que “en una moderna economía competitiva, el mercado es y debe ser el único árbitro de la supervivencia económica”.
La sentencia reconoce a los acreedores la facultad de implementar el plan propuesto, que “es la única alternativa viable a medio plazo para la totalidad del Grupo Celsa”, y les advierte que también “deben cumplir estrictamente sus compromisos, preservando e incrementando el valor de la compañía, manteniendo su integridad, conservando los puestos de trabajo, y ello sin alterar los centros estratégicos de decisión que tanta relevancia tienen para la economía en su conjunto”.
Esta sentencia, según el magistrado, profundiza en una interpretación económica de la Ley Concursal y proporciona muchos criterios interpretativos para sucesivas situaciones de crisis que puedan favorecer las negociaciones entre deudor y sus acreedores.
La sentencia recoge “que esta nueva situación en sintonía con lo que sucede en las economías más competitivas del mundo, sea una buena noticia para todos dependerá del uso responsable de las extraordinarias facultades de decisión que se conceden a los acreedores, del cuidado y protección de todos los intereses en juego y de la preservación del valor empresarial y la continuidad de las compañías”.
USO RECLAMA ESTABILIDAD PARA LA PLANTILLA
Ante esta situación, «y por el impacto y la proyección que puede suscitar esta sentencia», desde USO-Industria y el conjunto de la representación sindical de USO en el Grupo Celsa, «reivindicamos priorizar, en todo momento, la viabilidad de la compañía y la estabilidad en el empleo y manifestamos nuestra firme voluntad de contribuir a una transición ordenada que permita minimizar la incertidumbre que esta situación pueda provocar en los mercados, a los clientes, proveedores y, fundamentalmente, a la totalidad de la plantilla. Velaremos por la estabilidad del empleo y por los derechos del conjunto de las personas trabajadoras que componen el Grupo Celsa”.
USO-Industria exige conocer de manera urgente el Plan de Reestructuración que se homologa en la sentencia, que contempla la capitalización de la mayoría de la deuda, así como la nueva estructura organizativa que resulte de la ejecución de la sentencia.
“Desde USO Industria reivindicamos que se cumplan escrupulosamente los compromisos manifestados tanto públicamente como en sede judicial por parte de los acreedores y se preserve e incremente el valor de la compañía, se conserven los puestos de trabajo y no se alteren los centros estratégicos de decisión”, manifiestan en un comunicado.
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