Salud lanza una campaña para alertar sobre los riesgos del vapeo, que puede crear adicción, contiene sustancias tóxicas e incentiva el consumo de tabaco
La Consejería de Salud lleva meses alertando a la población sobre el incremento del consumo de los cigarrillos electrónicos o vapeadores, también conocidos como ‘vapers’, sobre todo entre la población más joven, y los riesgos para la salud que su consumo acarrea.
Por eso, para reforzar y difundir aún más este mensaje, a partir de mañana pondrá en marcha una campaña de información y concienciación sobre los peligros de la moda de vapear productos que contienen sustancias tóxicas que dañan el organismo y que, lejos de ser una herramienta que ayuda a dejar de fumar, son un incentivo para perpetuar el consumo y crear adicción entre los no fumadores.
Se trata de una campaña que con el lema ‘Vapear no es la solución, es parte del problema’ pretende sensibilizar a la población en general, pero especialmente a los educadores y las familias, sobre las consecuencias perjudiciales de esta práctica, tratando así de aumentar la percepción de riesgo sobre su consumo, hasta ahora muy baja o inexistente.
De hecho, en los últimos años, han aparecido en el mercado una gran variedad de productos novedosos que imitan el gesto de fumar, que comparten algunos de sus componentes con los del tabaco (aunque también añaden otros diferentes) y que la industria presenta de forma atractiva para potenciar su consumo.
El ámbito educativo, principal foco de actuación
Así, coincidiendo con el inicio del curso, parte de la campaña pondrá el foco en los centros escolares, a los que se va a enviar información en diferentes soportes, para reforzar el mensaje y garantizar que todo el personal educativo y las familias dispongan de información contrastada sobre el tema.
Además, a lo largo del curso escolar 2023/2024, se realizarán diversas actividades formativas, tanto para las AMPAS como para los docentes, y se facilitarán folletos informativos para repartir en las aulas.
De forma paralela, a partir de mañana, las marquesinas y los autobuses urbanos de Santander y Torrelavega, exhibirán la misma campaña informativa en diferentes soportes, de forma que pueda ser vista en las zonas principales de ambas ciudades, lo que permitirá hacer llegar la información a toda la ciudadanía que circula por la calle.
Por último, se han programado sesiones clínicas y talleres de formación para personal sanitario, que se incluyen dentro del programa de formación continuada en tabaquismo, pero incorporando toda la información actualizada, fruto de la evidencia científica que existe sobre el tema. Así, se organizarán acciones formativas específicas para reconocer este tipo de productos, su toxicidad y las implicaciones de su consumo.
El objetivo último, tal y como apuntan desde la Dirección General de Salud Pública, es que los profesionales sanitarios estén sobre alerta ante esta nueva situación y puedan tomar medidas con información contrastada y fiable, puesto que los vapeadores están influyendo negativamente en el control del tabaquismo.
En la campaña que comienza mañana, colabora también la Dirección General de Juventud, Cooperación al desarrollo y Voluntariado y la Asociación AMAT-Afrontando Adicciones.
Fumar mata, vapear también
El consumo de productos de tabaco constituye la principal causa de enfermedad y muerte evitable y provoca, además, importantes daños al medioambiente. Los ‘vapers’ o cigarrillos electrónicos, a pesar de las grandes campañas de marketing y promoción, enfocadas en gran medida a la juventud, que los presentan como inocuos, entrañan también riesgos para la salud y son un contaminante medioambiental.
La mezcla de saborizantes alimenticio, especialmente atractivos entre los jóvenes, con sustancias como la glicerina o el propilenglicol, componentes de los líquidos que rellenan los dispositivos, suponen un riesgo para la salud al ser inhalados. A esto se une el riesgo de accidentes, puesto que son aparatos electrónicos, además de la alta posibilidad de crear adicción a la nicotina y del refuerzo de la conducta de inhalar (gesto boca-mano tan característico del fumar).
En estos momentos, se pueden encontrar dispositivos a partir de 6 euros, que proporcionan 600 caladas, con diseños atractivos, muy coloridos, incluso con temáticas infantiles, como Bob Esponja o Los Minions, y que incluyen más de 20.000 sabores diferentes (desde algodón de azúcar, fresa o chocolates, así como otros sabores inimaginables, hasta mojito pasando por el café con leche y algunas marcas de tabaco).
Esta gran variedad de productos llega a la infancia y adolescencia fácilmente. De hecho, a pesar de estar prohibida la venta y suministro de estos productos a menores de 18 años, es relativamente sencillo para ellos comprarlos, ya que se pueden adquirir centros comerciales, bazares, estancos o en una feria, por citar solo algunos lugares.
Disfrazados como golosinas y con miles de sabores diferentes, en la mayor parte de los casos estos dispositivos se utilizan con diferentes cantidades de nicotina, lo que hace que, poco a poco y sin darse cuenta, las personas se acerquen al tabaco y a la adicción que produce su consumo. Incluso, se han encontrado diferentes cantidades de nicotina en líquidos comercializados con la etiqueta ‘sin nicotina’.
La promoción de estos productos tiene como principal objetivo captar a los más jóvenes para introducirlos en el consumo y adicción a la nicotina y desincentiva el abandono del consumo de tabaco entre las personas fumadoras.
En este sentido, cabe recordar que el consumo de productos de tabaco constituye la principal causa de enfermedad y muerte evitable y provoca, además, importantes daños al medioambiente.
La tendencia que muestran las encuestas: consumo dual de tabaco y otros productos
En los últimos años, todas las encuestas realizadas en España sobre consumo de cigarrillos electrónicos muestran un ascenso importante, fundamentalmente en población escolar. Tal es así que, según la encuesta ESTUDES 2021, en Cantabria el 37,8% de las personas entre 14 y 18 años han utilizado cigarrillos electrónicos. Además, desde 2014 se ha triplicado el consumo, ya que ese año fue el 13,2%.
Otro dato significativo es que el 60% de quienes consumen se inician con ‘vapers’ con la etiqueta ‘sin nicotina’, y la preferencia por los cartuchos con nicotina va escalando a medida que aumenta la edad de los consumidores.
Según los datos de la misma encuesta, el alumnado que ha vapeado alguna vez manifiesta una percepción de riesgo más baja en el consumo de tabaco y cannabis, en comparación con los que no han utilizado cigarrillos electrónicos. En cuanto al alumnado fumador, aproximadamente el 40% ha usado cigarrillos electrónicos con nicotina.
El consumo en población adulta es minoritario, aunque no despreciable, según la encuesta EDADES 2022. Tal es así que, en Cantabria, el 8,6% de la población de 15 a 64 años declara haber fumado cigarrillos electrónicos.
Además, los datos reflejan que el consumo de tabaco está evolucionando hacia el uso dual de tabaco con otros productos asociados.
De hecho, los datos que maneja la administración sanitaria denotan un cambio de tendencia, ya que, mientras se observa un descenso en el consumo del tabaco en todos los tramos de edad, acompañado de una alta percepción de riesgo, el consumo de cigarrillos electrónicos está aumentando, lo que hace necesario informar y concienciar.