Después de que el Gobierno de Cantabria haya aprobado la iniciativa impulsada por VOX, en la que se proponía la derogación de la ley de Memoria histórica y democrática, aprobada hace casi dos años por el anterior equipo de gobierno PRC-PSOE, las Juventudes Socialistas de Santander lamentan, entre otras cosas, que «durante el desarrollo del pleno, la presidenta del Parlamento de Cantabria, María José González Revuelta (PP) ha expulsado a la asociación memorialistas».

Para Juventudes Socialistas de Santander, lo transcurrido estos días ha sido «una clara declaración de intenciones de lo que quiere el PP: dividir y no querer reconocer, reparar y dignificar a los miles de cántabros y cántabras víctimas de la guerra civil y el franquismo». Según la propia organización lo que se está produciendo es un claro deterioro de la imagen de Cantabria, lo que pone en riesgo el trabajo de la comunidad científica e investigadora durante estos últimos años.

En un comunicado, la organización juvenil se ha mostrado alarmada por los 100 primeros días de gestión del PP en la Comunidad, en los que ha rechazado 30 millones de euros destinados al Centro de Refugiados de Parayas, la expulsión de expertos de la comisión de la CROTU y la reciente tramitación de la iniciativa de VOX.

Además, consideran que la postura adoptada por el PP es tanto ideológica como social al querer dejar de un lado con su posicionamiento los actos cometidos por el franquismo durante la guerra, y que, en la mayoría de los casos, solo perjudicaron a la clase obrera. Desde el punto de vista histórico, la organización ha hecho referencia a los ataques del 27 de diciembre de 1936 en el Barrio Obrero de Santander, los cuales se saldaron con unas 70 víctimas, entre las que se encontraban menores de edad y a los juicios imparciales realizados en la ciudad y que se saldaron con cientos de vidas.

Entre esas vidas, recuerdan, se encontraba la de Matilde Zapata, fusilada el 28 de mayo de 1938. «Una joven que unió su trabajo profesional como periodista al activismo. Fue directora del periódico La Región y formó parte de las Juventudes Socialistas de Santander. Añaden que los restos de Matilde se encuentran en el Cementerio Civil de Ciriego, donde todavía no se han realizado exhumaciones en las fosas comunes del mismo. Según el mismo registro del cementerio hay identificadas 827 víctimas, 806 fusiladas y 21 a garrote vil».

Con este contexto, el secretario general de JJSS, Alejandro Hernández de las Casas cree imprescindible «respetar la memoria de las victimas del franquismo y luchar por otorgar paz a los amigos y familiares de los desaparecidos, algo que debería de ser fundamental en un estado social y de derecho como es nuestro país».

Finalmente, la entidad juvenil ha recordado el incumplimiento de la ley de Memoria Democrática por parte del Ayuntamiento de Santander con la conservación de 15 calles con simbología franquista y ha propuesto a aquellas personas que pertenezcan al ejecutivo del Gobierno de Cantabria y al Ayuntamiento de Santander que todavía quieren reconocer, reparar y dignificar a los miles de cántabros y santanderinas víctimas de la guerra civil a instar a la paralización de la derogación de la ley, eliminación el callejero franquista de Santander, instalación de una estatua conmemorativa a las víctimas del franquismo en la plaza del Ayuntamiento de Santander y a blindar presupuestariamente los trabajos e investigaciones relacionadas con la Memoria Histórica y Democrática en Santander, Cantabria y resto de territorios de Cantabria.