El coordinador de Izquierda Unida en Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha pedido al Partido Popular que «aclare sus ideas» y se «ponga a trabajar de una vez» para fortalecer los servicios públicos de la comunidad autónoma.

En nota de prensa, Ruiz Salmón ha reprochado a la presidenta María José Sáenz de Buruaga que se «ponga de perfil» ante la «ceremonia de la confusión» que estos días están generando miembros de su Ejecutivo como los consejeros de Educación, Sergio Silva, o Salud, César Pascual.

Se refería así al anuncio y posterior rectificación sobre el «insólito, injusto e insultante» sistema de becas al bachillerato privado o a la «vergonzosa» referencia de Pascual a la sanidad «business», también rectificada, además de a la «espantada» de la propia presidenta para dar cuenta de la reforma fiscal en el Parlamento o a la «falta de autoridad» del consejero de Ganadería ante la crisis sanitaria en el sector, ante la que «se limita a ejercer de comentarista de ferias, y únicamente ha pensado en habilitar ayudas por muerte de res por la enfermedad en lugar de ayudas a los tratamientos de prevención y control de la misma”.

Para Ruiz Salmón, el «descontrol» en el seno del Gobierno («incomprensible» siendo de un único partido, ha incidido recordando las referencias de la propia Buruaga a la descoordinación entre los anteriores socios del Ejecutivo) refleja una «mala gestión» y «nulo liderazgo» por parte de quien «presumía de ser casi perfecto y grandes gestores» y al final «sólo está sirviendo para escarbar culpas en el pasado o en el Gobierno central».

La otra opción, ha añadido, es que «el PP se haya embarcado en una sucesión de globos sondas para comprobar si la sociedad cántabra aceptaría sus delirios privatizadores y su política de subvenciones para ricos».

Unos «globos sonda que se le han descontrolado y que evidencian una frivolidad insoportable para una sociedad madura y que en período de crisis requiere progresividad fiscal y atención a la mayoría, en lugar de que las familias trabajadoras tengan que soportar el coste de la minoría más privilegiada».

Y para los que el coordinador de IU Cantabria le da la respuesta que «parecía andar buscando»: «a los cántabros les gusta su sanidad y su educación públicas’, por lo que la «defenderán» frente a «cualquier intento de empobrecimiento».

«La sociedad cántabra quiere que sus profesionales les cuiden y que su dinero se destine a mejorar los servicios, a reducir las listas de espera contratando más personal por las tardes y no las ineficaces peonadas contrarias a la voz de los sindicatos, y a dar becas y ayudas a quienes menos tienen en lugar de a quienes nacieron con todas las oportunidades cubiertas, contrarias a la posición de la Junta de Personal Docente.

De modo que le ha pedido que «hasta que llegue a la conclusión que reflejan los cántabros mayoritariamente, al menos dedique su tiempo a coordinar a sus consejeros y a su propio partido».