PP y Vox votan contra el reconocimiento a las víctimas del bombardeo en el Barrio Obrero
Los nombres de las víctimas mortales de bombardeo por parte de la aviación nazi en el Barrio Obrero de Santander sonaron este jueves en el Pleno del Ayuntamiento de Santander, leídos por la concejala socialista Rosa Pereda, pero no fueron suficientes para que el PP simplemente se abstuviera de la votación sobre su reconocimiento, optando finalmente el equipo de Gobierno por sumar sus votos a los de Vox.
Era en el marco del debate de la moción sobre la instalación de un monolito en la zona (barrio de Porrúa) que recuerde estos sucesos, el Gernika santanderino, que a diferencia de otros bombardeos históricos en todo el país durante la Guerra Civil (el propio Gernika, la ‘desbandá’ de Málaga o el mercado de Castellón), solicitada por la asociación Héroes por la República y la Libertad –que acudió a la sesión- y llevada al Pleno por PSOE e Izquierda Unida-Podemos.
La concejala socialista Rosa Pereda recordaba el rescate que Eugenio Cordero está haciendo de la memoria de Ana María, la hermana de su suegra, Elena, que falleció a los 9 años víctima de ese bombardeo, y su mensaje de que las víctimas de los bombardeos son “nuestros” víctimas de todos, población civil, las «víctimas de los santanderinos».
Pereda, escritora y periodista, evocaba los relatos de la “jornada trágica” del 27 de diciembre del 36, o las crónicas periodísticas del momento que contaban como “los bombarderos alemanes han descargado la muerte”, como la gente huía “despavorida” hacia El Alta (nombre original de la calle bautizada luego con el nombre del militar franquista General Dávila).
También ha recordado que ese mismo día, después de los bombardeos, se produjo el “estallido de ira” que desembocó en los sucesos del barco Alfonso Pérez, de los que sí ha habido reconocimiento posterior y también hay incluso reconocimiento a los pilotos alemanes.
Se trata, pues, de “restituir la memoria de todos” en una moción «de concordia» que «une y no divide», por lo que apeló al PP a que se «desmarque» de la postura política de Vox en torno a la memoria.
Por su parte, el concejal de Izquierda Unida-Podemos, Keruin Martínez, profesor de Historia, incidía en la importancia de estos reconocimientos que reflejan “valores” de la sociedad, “convivencia” y el papel que se la da a las víctimas, “con nombres, sin bandos”, haciendo hincapié en que son acciones que no tienen que ver con el pasado ni con la historia, sino que son política, un debate sobre los «referentes culturales, sociales, morales en el espacio público».
Desde el PRC, Vicente Nieto, ni apoyaron ni rechazaron la propuesta, considerando “esencial” mirar “al futuro” y concentrar los esfuerzos en los retos importantes del futuro. Nieto, tras mostrar respeto a las víctimas del Barrio Obrero, justificó su abstención en no buscar división, sino en estar unidos, a lo que Izquierda Unida-Podemos le respondió criticando el «falso dilema» entre pasado y futuro y defendiendo que «se puede andar y respirar a la vez».
Desde el PP, la concejala de Cultura, Noemí Méndez (la alcaldesa se ausentó de este punto del debate), aseguró que no iba a entrar en el fondo del asunto ni los valores morales o históricos de la propuesta, tratando de llevarlo a lo técnico al asegurar que no procedía esa forma de debatir, por lo que lo derivaba al tratamiento posterior en la Comisión de Cultura, donde se dirimen los asuntos relacionados con monumentos, esculturas, etc…
Si bien, ella misma recordó que la apertura del refugio antiaéreo (en el que se hacen referencias a los pilotos alemanes fallecidos) se hizo sin necesidad de mociones e incluyó una ofrenda floral en Mendicoaugüe (donde estaba la fábrica de curtidos en la que se trataron de refugiar los vecinos del Barrio). En cualquier caso, anunció que se llevará a la próxima convocatoria de la Comisión, insistiendo reiteradamente en que no se trataba de una cuestión política sino técnica, pese a lo cual en lugar de abstenerse el PP votó en contra, lo mismo que Vox.
El regionalista Vicente Nieto le recordó que en Santander sigue habiendo calles con nombres franquistas décadas después de que se empezara a hablar de ello.
Desde Vox, la concejala Laura Velasco criticó el relato “sesgado” y “subjetivo” para “ocultar el pasado criminal”, preguntándose por las otras víctimas o aludiendo a cuestiones ampliamente contadas en la ciudad, como los sucesos del Alfonso Pérez (que cuentan con placas en la Catedral, un nombre de calle en el Barrio Pesquero y referencias constantes en los políticos locales), interpretando que la moción hacía referencia a víctimas de un bando (cuando en todo momento se ha insistido en el carácter transversal de los bombardeos), y atribuyendo el bombardeo a un “error técnico”. La concejala socialista Rosa Pereda desmintió las alusiones de Vox a otros sucesos en el faro (ni siquiera la Causa General franquista, el relato oficial de los hechos de la Guerra por parte de la Dictadura) recoge unos hechos amplificados por la escritora Concha Espina).
El portavoz de Izquierda Unida-Podemos le replicaba insistiendo en que la moción incluía referencia escrita y expresa a las víctimas del Alfonso Pérez, que cuentan con una calle en Santander.
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