La cueva Hornos de la Peña, en San Felices de Buelna, celebra su 120 aniversario
Este año se conmemorara el 120 aniversario del descubrimiento de la cueva Hornos de la Peña por Hermilio Alcalde del Río, referente de la arqueología que fue alcalde de Torrelavega.
Los actos comenzaban este viernes, justo el día del aniversario, y además del acto institucional con presencia del alcalde José Antonio Cobo y la consejera de Presidencia Isabel Urrutia, hay más eventos programados.
Así, se inauguró un mural pintado en la fachada sur del ayuntamiento, que es la reproducción del interior de la cueva, y realizó una ofrenda de flores en la propia cavidad.
El mural, realizado por los artistas Iván Calvo y Daniel Revenga, del grupo artístico Actus Reus, de Torrelavega, se engloba dentro de un proyecto denominado ‘Enseñando el alma de la cueva’, dedicado al arte rupestre, que ya han llevado a cabo en otras representaciones en Ramales de la Victoria, Puente Viesgo o el propio Altamira. “Se trata –han dicho los autores del mural- de seguir el camino de los antiguos, representando sus obras en el exterior, para que la gente las pueda ver”.
Además, también se han inaugurado las letras institucionales que representarán a San Felices de Buelna, y otro mural elaborado por Ludovico Rodríguez Liaño, el que fuera guía de la cavidad durante décadas, pintado en el pabellón polideportivo de la localidad.
El programa de actos se complementa con un ciclo de conferencias, que dieron comienzo el miércoles, y una serie de actividades que buscan implicar a niños y jóvenes en el conocimiento y difusión de este patrimonio cultural. De hecho, está tarde tendrá lugar en el auditorio municipal de San Felices la conferencia `El santuario olvidado´, a cargo de la doctora de la Universidad de Salamanca Olivia Rivero.
Este sábado continuarán los talleres en el pabellón José Antonio González Linares y en el parque de la Lama. En concreto, habrá un taller de prehistoria, con elaboración de pinturas y armas, a cargo de Saúl Fernández, experto natural de San Felices, y de su compañero, el vasco José Julián Márquez
Hornos de la Peña
La amplitud e insolación del vestíbulo de esta cavidad fueron atractivos para los últimos grupos de Neardentales y los primeros Homo Sapiens, que ocuparon su zona más exterior, como lugar de habitación. En momentos más recientes, durante la Edad del Cobre e incluso durante la Guerra Civil, se hizo uso de este espacio subterráneo con fines diversos.
Hornos de la Peña muestra uno de los conjuntos de grabados más completos de la región cantábrica. Las primeras figuras, algunas hoy desaparecidas, se sitúan en la zona exterior, y en este espacio que alberga el vestíbulo destacan un caballo de surco ancho y profundo.
Asimismo, cuenta con figuras de tamaño grande y concepción naturalista: caballos, bisontes, uros, cabras, ciervos, un bisonte, un posible reno y una forma serpentiforme que demuestran un conocimiento preciso de la anatomía animal, aunque el motivo más destacado es un antropomorfo con un brazo levantado y una larga cola.
Especialmente las diferencias técnicas, en complementariedad con la concepción estilística de las figuras, permiten apuntar la existencia de dos momentos de grabación. Una primera fase arcaica en correspondencia con las figuras exteriores de ejecución mediante abrasión y cuya cronología se puede remontar hace al menos 18.000 años, y un segundo momento, al que correspondería la mayor parte de las figuras interiores, cuya cronología magdaleniense debe estar próxima a unos 13.000 años A.C.