El apoyo social y familiar logra que las mujeres mayores empiecen a ver la violencia de género como un hecho denunciable
La Oficina de Atención a las Víctimas, servicio que depende de la Consejería de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria y que trabaja estrechamente en el día a día con los juzgados de la comunidad, ha detectado un cambio de tendencia en lo relacionado con la violencia de género.
Viene, según refleja la memoria judicial de 2022, consultada por EL FARADIO, de los dos últimos años y supone un cambio de percepción no percibido antes y que afecta a las personas mayores.
Según reseñan desde este departamento, se está dando a una mayor sensibilización y concienciación con el problema de los malos tratos dentro del matrimonio como un acto denunciable y punitivo, esto es, como algo que puede llevarse a los juzgados.
Y se debe en parte al apoyo del entorno social o familiar (hijos, nueras, cuidadores, vecinas, etc.)., que actúa de catalizador para que se produzca la denuncia, suele ser el apoyo de su entorno social y familia, frente a la ‘ley del silencio’ que circunscribía estos hechos a lo estrictamente privado y que era más difícil de romper entre las mujeres más mayores.
Colectivos como Consuelo Berges llevan tiempo advirtiendo de que, en cualquier caso, es importante que la denuncia no sea un fin en sí mismo, sino que vaya acompañada (incluso aunque no se produzca) de una independencia o autonomía económica o social de la víctima para que sea capaz de romper la relación.
En cualquier caso, aunque se esté detectando este cambio de tendencia, significativo por lo inédito, la violencia machista que sufren estas mujeres de avanzada edad suele ser menos visible que la de víctimas más jóvenes: en 2022 disminuyó la asistencia a mujeres mayores de 60 años que acudieron a la Oficina respecto del año anterior y aumentó la atención a las personas víctimas de delitos en la franja de 18 a 30 años, especialmente víctimas de delitos sexuales.
La Oficina está atendida por personal al servicio de la Administración de Justicia (gestor procesal y administrativo), por una psicóloga y por un profesional de la abogacía del turno de oficio, gracias a la colaboración del Colegio de Abogados de Cantabria y de los fondos del Pacto de Estado sobre la Violencia de Género gestionados por la Dirección General de la Mujer.
DE DÓNDE VIENEN LAS DENUNCIAS
De las 2.218 denuncias registradas en los juzgados de violencia sobre la mujer de Cantabria, el 61,9 por ciento fueron presentadas por la propia víctima; el 17,2 por ciento de esas denuncias llegó al órgano judicial a través de servicios asistenciales o terceros en general; el 10,8 por ciento por intervención policial; el 16,8 por ciento por un parte de lesiones remitido al juzgado, y el 3,3 por ciento a través de familiares.
LOS MENORES TAMBIÉN SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
De las víctimas, 17 eran menores de edad, frente a siete en 2021. De dichos menores víctimas de violencia, ocho de ellos eran hijos o estaban bajo la tutela de los denunciados.
En detalle, cuatro de ellos eran hijos del denunciado; dos eran solo hijos de las mujeres que figuran como víctimas; cuatro se encontraban bajo la tutela, guarda y custodia de los supuestos agresor y víctima; y los siete restantes estaban bajo la tutela, guarda y custodia solo de la mujer.
Entre las medidas judiciales de protección adoptadas, destaca la suspensión de la guarda y custodia, acordada en 37 ocasiones –en 2021 fueron 17- y la suspensión del régimen de visitas, adoptada en 39 ocasiones –también 17 en 2021-.
Este incremento es consecuencia de la entrada en vigor en junio de 2021 de la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que prevé la adopción de medidas a fin de apartar al menor de un peligro o de evitarle perjuicios en su entorno familiar o frente a terceras personas.
Desde el Juzgado de la Mujer se reitera que resultaría conveniente disponer de una cámara Gesell que permita llevar a cabo la exploración de menores de muy corta edad con la intermediación del equipo psicosocial en condiciones que transmitan al menor una mayor sensación de tranquilidad e intimidad.
También hay casos en los que los condenados son menores de edad: han pasado de cuatro a seis, lo que supone un incremento de un 50% en las sentencias, a los que se suman aquellas en las que hay conformidad (es decir, en que el acusado reconoce los hechos), que pasaron de 3 a 5, un incremento de 66,7%.
El incremento de los delitos contra la libertad sexual de los menores (o bien se cometen más, o bien se denuncian más) quizá debería llevar a protocolizar este tipo de investigaciones, adecuando las instalaciones a las exploraciones de los menores, evitando reiteración de interrogatorios, etc
SEIS DENUNCIAS AL DÍA
En total, los órganos judiciales de Cantabria registraron durante el año 2022 un total de 2.218 denuncias por violencia de género, lo que representa un incremento del 16,9 por ciento respecto al año anterior (1.898) y supone una media de seis denuncias al día. En total, figuran como víctimas 2.087 mujeres –un 14,7 por ciento más.
Los jueces y juezas de violencia sobre la mujer de Cantabria acordaron durante la anualidad de referencia un total de 255 órdenes de protección de las 405 que les fueron solicitadas, es decir, el 63 por ciento de las pedidas.
A lo largo del pasado año fueron enjuiciadas en Cantabria un total de 630 personas por violencia de género, de las que 493 obtuvieron sentencia condenatoria (el 78,25 por ciento).
En cuanto a los delitos contra la libertad e indemnidad sexual tipificados en el Título VIII, del Libro II del Código Penal. Se ha observado una tendencia al alza del 3,2 por ciento respecto del año anterior. Así, Se asistió a 14 personas víctimas frente a las 8 del año anterior.
CRECEN LAS MUJERES QUE RENUNCIAN A DECLARAR
A lo largo de 2022, un total de 228 mujeres decidieron en Cantabria no declarar como testigo cuando comparecieron ante los juzgados de violencia sobre la mujer, un 33,3 por ciento más que las que lo hicieron un año antes (171). Es una posibilidad legal concebida para que no se declare contra un familiar o pareja, pero que en estos casos, en los que muchas veces la víctima es la principal testigo, la relación de dependencia o miedo a las represalías acaba perjudicando al relato que propiciaría la condena. Una treintena de mujeres ni siquiera acude al juicio penal.
LA VIOLENCIA DOMÉSTICA, MARCADA POR AGRESIONES DE HIJOS A PADRES O MADRES, O ABUSOS A MAYORES
Y en cuanto a la violencia doméstica, la que se produce en el seno del hogar, invocada muchas veces como paraguas en el que incluir la violencia de género por quienes niegan el factor de género en las agresiones –o quienes tratan de apuntar casos de mujeres que agreden a sus parejas-, lo que destaca en realidad son los casos de violencia filio-parental (de hijos a padres o madres)y abuso de ancianos. Las personas víctimas de este tipo de delito se encuentran en la franja entre 45-50 años, seguida de los mayores de 71 años. Destaca especialmente la violencia filio-materna (por parte de la hija/hijo con trastorno mental y/o adicciones hacia la madre).
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