Este lunes, declarado Día nacional de homenaje a las víctimas de la guerra y la dictadura, ha sido el día en que ha arrancado el camino reivindicativo y pedagógico que emprenderá la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria para evitar la derogación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática, anunciada por PP y Vox.

Lo hacían frente al Parlamento de Cantabria, en cuyo interior ha sido imposible pactar una declaración institucional ante la negativa de Vox (una declaración institucional requiere que la hagan todos los partidos).

Allí, pese a lo rápido de la convocatoria, se han sumado más de un centenar de personas procedentes de colectivos memorialistas, partidos progresistas, sindicatos, ciudadanos a título particular.

Una “unión de la izquierda” que resulta “muy emocionante” para Marisol González, de la asociación memorialista Archivo Guerra y Exilio, una de las portavoces de la Plataforma, que apelaba a la importancia de la “pedagogía” para, a partir de ahora, convencer a más voces ciudadanas de unirse contra la derogación de la Ley y a favor de recordar el pasado no tan lejano. “A ver si remando entre todos lo conseguimos”, expresaba.

Es, ha recalcado, tal vez adelantándose a la parte por la que el PP busca quitar gravedad a la derogación al plantear que habrá medidas para exhumar fosas comunes o anónimas, “mucho más que las fosas comunes”. Se trata de “violaciones de derechos humanos” que fueron “flagrantes” durante las décadas que duró la dictadura.

Desde la asociación Memoria de Laredo recalcaban que tanto el olvido de las “víctimas abandonas en las cunetas” como el silencio impuesto durante años sitúan a nuestro país “fuera de la legalidad” internacional en materia de derechos humanos.

La represión, las amnistías a muchos de los represores, son algunos de los ejemplos que enumeraba Pedro, de la Coordinadora de Pensionistas (este fin de semana han estado en Madrid en una manifestación estatal para pedir dignidad en el trato político a los mayores), colectivo que respalda “una causa justa que defender”

“Un país no puede olvidar su pasado y tiene que conocerlo”, aseveraban desde Memoria de Laredo.

Y ese es el camino que empieza ahora, en el que la defensa de la memoria recorrerá las calles.

El primer itinerario será el 11 de noviembre a las 11 horas y partirá desde el Santa Clara para caminar por “sitios que tenemos a mano” sin saber lo que sucedió, explicando en cada punto “lo que pasó ahí”.

Habrá visitas guiadas, rutas de memoria, performances, actividades, reparto de octavillas, que desembocarán en una manifestación prevista para el día 2 de diciembre, aniversario del asesinato del último guerrillero por la libertad de Cantabria: Francisco Bedoya.