Palestina tiene derecho a defenderse pero respetando el Derecho Internacional Humanitario
El objetivo del título no es señalar, por contraposición, el oportunismo de las proclamas que asignan a Israel un pretendido derecho de defensa, a la vez que le sugieren que tenga en cuenta el derecho internacional. Pretende poner de manifiesto algunas de las falacias que acompañan la realidad de la ocupación israelí, y a de la guerra permanente contra la población palestina.
Es evidente que buena parte del ataque de Hamás del 7 de octubre debe ser calificado como terrorista, como es evidente que la mayor parte de las intervenciones armadas del Estado de Israel en Cisjordania y Gaza deben ser consideradas terroristas también. El ataque indiscriminado a civiles desarmados, el castigo colectivo a familias y pueblos enteros, la destrucción de casas y la expulsión de sus habitantes, la detención sin juicio y sin imputación (es decir la toma de rehenes) de millares de palestinos durante meses y años, son prácticas habituales del Estado de Israel. Prácticas que se extienden ininterrumpidamente desde 1967, tras la guerra de los seis días, en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Prácticas que han sido reiteradamente condenadas por Naciones Unidas (ONU) y denunciadas por todos los organismos internacionales de defensa de los Derechos Humanos, denuncias y condenas a las que el Estado de Israel ha respondido siempre ignorándolas y con amenazas a quienes las formulaban, como le ha sucedido al Secretario General de la ONU, António Guterres.
El Estado de Israel acumula además más resoluciones en contra por parte de la ONU que ningún otro estado miembro , y desarrolla políticas que han sido condenadas, sin consecuencia alguna, por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, como la construcción del muro que encierra a los palestinos de Cisjordania. Probablemente, el bombardeo y bloqueo inmisericordes de Gaza estos días se estudiarán en el futuro como un paradigma de concentración de crímenes de guerra. ¿Tendría entonces Palestina el derecho a defenderse de un estado ocupante y agresor, respetando el DIH?
La falacia de pretender convertir a Hamás en una mezcla de organización terrorista y estado soberano a la vez solo se sostiene sobre la sangre y sufrimiento de los palestinos. Porque Gaza está siendo castigada sistemáticamente de maneras que están tipificadas como crímenes de guerra, porque son similares a las que emplearon los nazis en la II Guerra Mundial. ¿Qué diríamos si unidades del ejército ucraniano atacaran Rusia y cometieran atrocidades como las de Hamás, y en represalia Rusia arrasara Kiev y Jarkov?
¿Hay más moralidad en el Estado de Israel que en Hamás? No olvidemos que Israel figura entre los promotores de Hamás, como Estados Unidos lo fue de los talibanes afganos o de la primera Al-Qaeda . Pero no olvidemos, sobre todo, que no existe posibilidad de comparación entre Israel y Hamás. Pese a que muchos titulares hablen de guerra entre Hamás e Israel, tal cosa no existe, Hamás opera en un territorio cercado por Israel desde hace 18 años y tiene capacidades militares y políticas infinitamente menores a las de cualquier estado. Sus ataques han amenazado el falso mito de la invulnerabilidad del poderoso, mitos basados fundamentalmente en la impunidad del poderoso cuando ejerce la violencia. La respuesta ilegal, desproporcionada, cruel y presuntamente genocida de Israel a los ataques del 7 de octubre pretende restablecer la validez del mito; pretende mostrar a la población palestina que la violencia extrema en su contra no tendrá límites; pretende mostrar a la población israelí y al mundo que destruirá la franja de Gaza y que no pasará nada.
Los terribles acontecimientos de estos días, no hacen más que confirmar realidades sabidas pero que se pretenden ocultar. La más significativa de esas realidades es la de que el Estado de Israel es fundamentalmente un régimen de apartheid basado en la desposesión violenta de la mayor parte de la población palestina. Por partir de la situación que abrieron los acuerdos de Oslo de 1993, en ese momento la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y la gran mayoría de los palestinos aceptaron el principio de los dos estados, a pesar de las renuncias que suponían, y de los grandes mecanismos de superioridad que los acuerdos otorgaban a Israel. Hamás y los grupos en contra del acuerdo estaban en absoluta minoría. 30 años de total incumplimiento de los acuerdos por parte de Israel, de ocupación inmisericorde y de limpieza étnica, con más de 500.000 colonos racistas instalados en Cisjordania, han convertido a esta en un bantustán, en el que sus habitantes están sometidos a la condición de siervos por parte de colonos supremacistas que ocupan las tierras con la protección del ejército; los palestinos de Cisjordania están sometidos a un régimen de apartheid, sin paliativos, similar al de Sudáfrica y al del Sur de los EEUU hasta los 60.
Esta realidad es la que ha hecho virar a buena parte de la población hacia la resistencia armada otra vez. Y es Hamás quien básicamente la representa. Utilizando también prácticas terroristas absolutamente condenables. Tan condenables como las prácticas terroristas de las organizaciones militares sionistas que están en el origen del Estado de Israel, como por ejemplo el Irgún, del que surgió el Likud, partido del Primer Ministro Netanyahu. Con actos como la voladura del Hotel Rey David en 1946 con al menos 91 muertos, o los atentados con bombas colocadas en los barrios palestinos que se saldaron con centenares de asesinados en 1947. Netanyahu y el Likud conmemoraron oficialmente en Jerusalén el 60 aniversario de la destrucción del Hotel Rey David En definitiva, Israel carece del derecho a defenderse contra la agresión de un estado soberano porque esta no se ha producido. Israel masacra a toda la población palestina de Gaza como represalia y escarmiento. Israel no respeta ningún DIH, ni ahora en la represalia actual, ni en ninguna otra de sus obligaciones como potencia ocupante .
No somos nadie para decir a la población palestina como defender sus derechos conculcados durante tres cuartos de siglo. Máxime cuando las potencias occidentales han sido y son cómplices de la conculcación de estos derechos por parte de Israel. Podremos y deberemos valorar los hechos que se produzcan desde la perspectiva del cumplimiento de los Derechos Humanos, estos sí universales, mal que les pese a sus perpetradores.
Podemos y debemos seguir apoyando la campaña Boicot-Sanciones-Desinversión (BDS). Campaña que surge de la sociedad civil palestina organizada y que está consiguiendo el lento pero progresivo boicot a los productos y compañías israelíes. Campaña que pretende crear un estado de opinión internacional similar al que se creó contra la Sudáfrica del apartheid, y que está consiguiendo una respuesta ciudadana que se extiende por todo el mundo. Buena prueba de ello, son las crecientes muestras de apoyo a la población palestina de organizaciones judías en muchas partes del mundo, que se niegan a aceptar que el Estado de Israel pretenda hablar en su nombre, o que cubra sus crímenes con la manta de protector del judaísmo. Ese es probablemente el mejor camino para oponerse a la barbarie que asola Palestina y a los cómplices que la apoyan.
NOTAS
1 https://www.eldiario.es/internacional/israel-redobla-desafio-onu-ignorar-resoluciones-durante-
decadas_1_10636672.html
2 https://observatorioterrorismo.com/…/no-hamas-no-es…/
3 https://www.eldiario.es/internacional/israel-integristas-hamas-palestina-
netanyahu_1_10614536.html
4 https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_al_Hotel_Rey_David
5 https://www.eldiario.es/internacional/francesca-albanese-relatora-especial-onu-israel-opera-
dictadura-militar_128_10636622.html
6 https://www.eldiario.es/internacional/ultima-hora-guerra-israel-hamas-gaza-
directo_6_10606814_1103460.html