Las historias, sobre todo su memoria, tienen vida propia y recorrido posterior, aunque hayan pasado ya. Lo comprobó Andrea Momoitio, periodista de Píkara Magazine, cuando se zambulló en la historia de María Isabel, una mujer de Astillero que ejercía la prostitución, que acabó en Bilbao, y que murió calcinada en la cárcel en un suceso que desencadenó protestas de las prostitutas de Bilbao.

Ya en el proceso de redacción e investigación de ‘Lunática’, editado en Libros del KO (fundada y con presencia de cántabros en el equipo, en el que se contactó con EL FARADIO- y en las posteriores presentaciones fueron aflorando historias de personas que la conocían a ella o a protagonistas, que fueron dando matices a una vida nunca contada porque estaba en los márgenes y allí no suelen apuntar las biografías ni la historia más oficial.

La última expansión de esta historia llegará por vía podcast y arranca este jueves para prolongarse hasta el mismo día de navidad, de la mano de un área de trabajo que desarrollaron en la editorial y que les ha llevado al formato sonoro.

Se llama ‘Lunáticas’ y es una serie de cinco episodios diseñada por ‘De eso no se habla’ y ‘Producciones del KO’, y en ella se cuenta otra historia que apareció tras la publicación del libro, que es la historia de una lectora y su descubrimiento de secretos familiares, de una nieta que busca entender a su abuela y en el proceso descubre cosas que no sospechaba-

Cada día se emitirá un episodio, con la idea de que se pueda escuchar y luego compartir y conversar en torno a él, para acabar el mismo día de Navidad, el 25, como guiñó a todas las conversaciones aplazadas de la época del año considerada más familiar por los encuentros, reencuentros, celebraciones y, también, conflictos y silencios.

El podcast podrá seguirse en ‘De eso no se habla’ y Producciones del KO está en https://www.produccionesdelko.com/podcasts/ y en redes sociales

LUNÁTICA

El libro original contaba la historia de María Isabel, una prostituta cántabra que acabó en Bilbao y falleció en la cárcel, pero permitió hablar d más cosas: del contexto del, todavía, franquismo y su trato a las mujeres (de los psiquiátricos a las instituciones especializadas), del complejo momento de su muerte y los años posteriores, e incluso de los incipientes movimientos sociales de aquellos años.

Su muerte en la cárcel desató protestas entre más prostitutas, en un episodio que llegó a tacharse de huelga y que Momoitio escudriña  para ir localizando a familiares o activistas, con un tono respetuoso y sensible, pero no condescendiente con una historia de márgenes que incluso cuesta encajar en los relatos de la memoria histórica o de la transición.

El detonante de esa protesta fue la muerte de María Isabel Gutiérrez Velasco, que tenía un hijo de 4 años y apareció   quemada, en la prisión de Basauri.

Sus compañeras no se creyeron la versión oficial y eso desató un movimiento de protestas que se extendió a la reivindicación de la derogación de la Ley de peligrosidad social o la denuncia de los abusos policiales, encontrado el apoyo de los “incipientes” movimientos feministas, lgtbi o de apoyo a los presos.

María Isabel era cántabra, de Astillero, donde vivió hasta poco antes de la adolescencia. Al morir su padre, se mudan a Santander.

Andrea sigue el rastro de María Isabel en el mundo de la calle San Pedro (en pleno Cabildo, donde se concentraban los prostíbulos), lo que le permite ver las similitudes entre el mundo de la prostitución en Cantabria y en Bilbao, e intuir que “históricamente ha habido mucho movimiento de prostitutas entre Santander y Bilbao.

El rastro de su vida incluye el paso, en Salamanca, por el Patronato de Protección a la Mujer, una institución franquista “terrible” que se hacía cargo de mujeres “caídas y a punto de caer”, para pasar luego a un ingreso psiquiátrico, con los mimbres del régimen.

El proceso de investigación pasó por varios momentos, como el ver que según avanzaba se le “desdibujaba” la huelga: “lo que la prensa decía que fueron varios días fue un día, lo que se llamó comité eran unas pocas” y fueron un poco “instrumentalizadas” en el sentido de que hubo documentos de esos días que en realidad no escribieron ellas.

Pero los testimonios que quedan de la época le ayudaron a poner en valor todo lo que sucedió: “la calle Cortes –donde estaban las prostitutas, paralela a la calle San Francisco—no era Altos Hornos”, es decir, el mundo industrial y obrero con más cultura de la organización.

“Era complicado articularse, más aún en la prostitución, donde además son competencia entre ellas”, de modo que tuvieron que “romper la dinámica, articularse y unirse” para la protesta, explica Andrea.

ANDREA MOMOITIO

Andrea Momoitio (Ortuella, 1989) es periodista. Estudió un Máster de Estudios Feministas y de Género y otro de Periodismo Digital. Redactora en Pikara Magazine (medio de referencia en la información feminista que acaba de cumplir diez años), escribe también en Público y ha colaborado con otros medios amigos como El Salto, Ctxt.es, La Marea o Eldiario.es.

Con este libro culmina una investigación que le ha llevado años de rastreo de fuentes oficiales, hemerotecas y localización de testimonios en torno a una historia que tenía muy cerca: en el propio barrio San Francisco en Bilbao en el que vive, muy cerca de la redacción de Pikara, y se busca dar un enfoque de género al resurgir de los relatos en torno a lo quinqui, muy marcados por la visión masculina.

Es un homenaje a ese tipo de mujeres que “no dejan rastro”, algo que Andrea se empeña en desmentir con este libro, escrito «a la contra» de la historia y el periodismo».