‘Juntas lo paramos todo, ni desahucios ni represión’ es un colectivo que surgió cuando en 2020, a la hora de intentar parar un desahucio en Astillero –desahucio que llegó a ejecutarse- , algunos de los participantes vieron como fueron procesados y acusados por las fuerzas policiales de ejercer ellos violencia.

Desde entonces, Borja y Javi han estado pendientes de un juicio en el que finalmente consiguieron evitar las penas de prisión que se les pedían: Javi fue totalmente absuelto y Borja condenado a seis meses de prisión –lo que no implica entrar en ella-.

Pero durante este tiempo, también han estado arropados por una asamblea que ha puesto el foco en la unión de dos causas muy ligadas y que vimos con mucha crudeza años después con los desahucios de Jenny y de Héctor, de Gama: la crisis de vivienda que acaba con desahucios de familias vulnerables, y la represión a las protestas e intentos de defenderles.

La asamblea de este colectivo ha decidido por consenso poner un punto y final a la campaña antirrepresiva lanzada, tras una sentencia que “puede parecer satisfactoria” en comparación con al “exagerada” pena inicial que pedían tanto Fiscalía como Guardia Civil, pero que ellos creen que han sido “más que castigados”. “Porque estos casi 4 años de espera, de incertidumbre, de miedos y de ansiedades para nuestros compañeros, no los devuelve nadie”, expresan.

Y advierten de que “el papel de la represión, más allá de sentencias condenatorias, es  paralizar la movilización social y militante, desviar sus fuerzas hacia la actividad antirrepresiva, desgastar, meter miedo y servir de escarmiento”.

Por eso valoran que “no han conseguido hundirnos” y han logrado estar “a pie de cañón en todo momento”, explicando lo que pasó en charlas y calle, organizando eventos para recaudar dinero, participando en otras acciones para parar desahucios, hasta culminar en el día del juicio en el que organizaron una manifestación y concentración “para mostrar nuestra rabia y ese mismo día” y “clamar contra los desahucios y la represión”.

‘Juntas lo paramos todos’ agradece todos los apoyos recibidos, tanto de espacios que les han cedido colectivos como de personas que se han implicado en sus charlas y eventos, “las que nos han dado muestras de afecto y nos han dado ánimos”, así como quienes han difundido sus acciones y el abogado que “se ha implicado al 100% hasta el final y de forma solidaria”. “Sin ellas, este golpe represivo hubiese sido mucho más duro”, ensalzan.

Ahora se despiden, pero dejan “entreabierta una ventana”, “porque somos conscientes de que, tarde o temprano, el poder nos va a golpear de nuevo, ya sea porque nos toque a nosotras directamente o a otras compañeras de los movimientos sociales de Cantabria, sabemos que vamos a tener que enfrentarnos a nuevos casos represivos”.

Y añaden que “ahí vamos a estar, y contaremos con la experiencia acumulada de todos estos años”, a través de viejos o nuevos colectivos, o a título individual: “Vamos a seguir en la lucha, de que vamos responder a todas las agresiones a nuestros hogares y a los de nuestras vecinas por parte de bancos, fondos buitre, administraciones y otros componentes de la clase capitalista”. “Ni sus multas, ni su policía, ni su sistema judicial, ni su represión nos va a parar. No nos arrepentimos de nuestra lucha, porque sabemos que la causa es justa”, concluyen.