Detenido el joven cántabro que participó en la acción en el Museo del Prado para alertar del cambio climático
La Policía Nacional ha finalizado con la operación contra el movimiento ecologista Futuro Vegetal, dentro de un dispositivo que se ha saldado con 22 detenciones en distintas ciudades, entre ellas Santander.
Entre los activistas que fueron detenidos se encuentra el joven cántabro que participó en una de las acciones que Futuro Vegetal organizó en el Museo del Prado, en Madrid, en la que dos activistas se pegaron al marco de un cuadro.
Se les acusa de pertenecer a una organización criminal y de causar daños al patrimonio. Las detenciones fueron en diciembre y lo que trasciende hoy es el balance del conjunto de la operación, coordinada desde Madrid.
El propio activista, que participó en la acción por su compromiso medioambiental y de alerta sobre los efectos del cambio climático, ha confirmado a EL FARADIO que la detención se produjo el pasado mes de diciembre, cuando fue citado a acudir a la Policía y se le comunicaron los cargos, por lo que ahora está pendiente de cómo derive todo el proceso judicial.
Acudió a la cita acompañado de su abogada y se acogió a su derecho a no declarar en comisaría, aunque pese a ello la Policía le reiteró las preguntas.
Se le señala por participar activamente en la organización, estar involucrado en desórdenes públicos, daños y acciones contra la seguridad del trafico.
En declaraciones a EL FARADIO, ha criticado que «el Estado Español reprime a quienes buscamos un mundo mejor» mientras «las grandes organizaciones criminales como Campofrío, Litera Meat o Repsol campan a sus anchas haciendo negocio de la muerte y el sufrimiento».
Y lamenta que «mientras el Estado mantenga esta situación de represión, caos climático y genocidio animal mi futuro se dirige hacia la prisión o el colapso eco-social».
Izquierda Unida muestra su respaldo al activista climático cántabro detenido y pide que cese la criminalización de los movimientos sociales
Izquierda Unida en Cantabria pide que cese la criminalización de los movimientos sociales y ha mostrado su apoyo al joven activista cántabro que se encuentra entre los 22 detenidos por la Policía Nacional por pertenencia a organización criminal por sus acciones de denuncia de las consecuencias del cambio climático.
El coordinador de Izquierda Unida en Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha advertido contra la “preocupante deriva de criminalización de los movimientos sociales y el tejido asociativo” que en este caso se ha centrado en la organización Futuro Vegetal.
“En un momento de preocupación por el medio ambiente, como estamos viendo con la llegada de las bolitas de plástico vertidas al mar y que llegan a nuestras playas, se evidencia nuevamente la necesidad de un compromiso activo a todos los niveles. No puede ser que justo se cargue contra quienes se organizan y luchan por un futuro mejor para las personas y el planeta”, ha aseverado Ruiz Salmón.
Para el dirigente de la formación de izquierdas, la acusación de pertenencia a “organización criminal” es “una consideración ridícula y carente de sentido, ya que el fin de Futuro Vegetal no es “cometer delitos” como se define en el Código Penal, sino exigir soluciones urgentes ante la crisis ambiental y sus acciones tienen siempre un carácter pacífico y no violento”.
En este sentido, ha incidido en que “aplicando ese criterio, hubieran sido criminales las sufragistas, las feministas, los sindicalistas o los defensores de la democracia”, por lo que pide a la Policía que “evite que en unos años sintamos bochorno por su acción”, exigiendo a cada autoridad competente que se retiren todos los cargos y sanciones a las personas activistas de Futuro Vegetal detenidas; el cese la criminalización de los movimientos sociales, la derogación de la Ley Mordaza y que se revise la aplicación del Código Penal.
Al respecto, Ruiz Salmón ha recordado casos sucedidos en Cantabria, como el juicio a dos activistas antidesahucios o a los estudiantes de Preguntar No Es Delito, así como su propia detención hace años cuando participó en una concentración pacífica antirracista en Bruselas.