Emulando a la Xunta gallega, el consejero Pablo Palencia ha afirmado que los pellets, o «bolas de plástico», «no pasan a la cadena alimentaria porque las vísceras de los peces no se ingieren. Igual que unas pelotas de plástico que pueda comer algún animal, que es habitual».

Según una nota de prensa de Ecologistas en Acción, estas afirmaciones son «claramente inciertas, como han señalado varios expertos durante estos días, como la Universidad de A Coruña o responsables de pesca de WWF, SEO-BirdLife o Ecologistas en Acción». Estiman que chocan, además, con el resultado de investigaciones que indican que la presencia de microplásticos en moluscos y pescados de consumo humano aumenta la exposición de los mismos a químicos contaminantes con el consiguiente efecto que pudiera tener para nuestra salud.

Por otra parte, la alimentación de muchos seres vivos con estos pellets provoca la muerte directa de muchos ejemplares por acumulación y obstrucción en los sistemas digestivos lo cual ya es un impacto ambiental y económico, algo que no tiene mucho reflejo en las declaraciones de ciertas autoridades.

A pesar de que el consejero cántabro o la propia Xunta de Galicia afirman que los pellets de plástico que inundan sus playas son inofensivos, tanto la Unión Europea como la ONU preparan regulaciones para atajar, precisamente, el «peligro» que suponen los vertidos de estos microplásticos.

El borrador de reglamento europeo para prevenir la pérdidas de pellets detalla que, ya en 2018, se reconocían los riesgos de los microplásticos. Y el Consejo Científico Asesor de la Comisión Europea reclamó en 2019 «la adopción de medidas preventivas».

La Comisión Europea publicó el 16 de octubre de 2023 una propuesta de Reglamento para la prevención de las pérdidas de granza de plástico (otro nombre de los pellets) para reducir la contaminación por microplásticos. En dicho texto se afirma que pueden «observarse cuatro tipos de efectos adversos de las pérdidas de granza: en el medio ambiente, en el clima, potencialmente, en la salud humana y en la economía».

El objetivo de esa futura norma europea es recortar los vertidos entre un 54% y un 74% para «reducir la contaminación por microplásticos, preservar los ecosistemas y la biodiversidad» y, asimismo, constituir una «medida preventiva frente al riesgo potencial para la salud humana».

El Ejecutivo comunitario argumentaba su propuesta basándose en que los microplásticos no se degradan una vez liberados al medioambiente y «se acumulan en los animales, incluidos pescados y mariscos, y, en consecuencia, los humanos también los consumen en los alimentos».

«La Comisión es muy consciente de los impactos adversos de la contaminación por microplásticos y en particular la pérdida de pellets de plástico en el medioambiente», dijo este pasado martes, en rueda de prensa, el portavoz de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Adalbert Jahnz.

Además, la Organización Marítima Internacional (OMI) está elaborando una propuesta para incluir los pellets de plástico en su catálogo de materiales peligrosos o dañinos. La propuesta partió hace dos años de Sri Lanka, apoyada por Noruega, tras padecer en 2021 un vertido gigantesco de 1.700 toneladas de pellets en sus costas, como las que ahora sufren el Mar Cantábrico y Galicia.

Estos pellets, según Ricardo Beiras, profesor de Ecología y Biología Marina de la Universidad de Vigo y responsables del Parque Nacional das Illas Atlánticas son de polietileno (PE) y de tereftalato de polietileno (PET), materiales que contienen ftalatos.

Los ftalatos, según explica la asociación, son un grupo de sustancias sintéticas que la industria añade a los plásticos para darles ciertas características de forma y textura. También son disruptores endocrinos relacionados con alteraciones del equilibrio hormonal, daños a la reproducción y, algunos de ellos, cáncer. De hecho, la nueva Ley de Residuos española promete, por orden de la Unión Europea, eliminar los ftalatos de los envases de alimentos.

Pero los pellets también llevan otros ingredientes habituales en todos los plásticos. Es habitual que todos los plásticos lleven filtros que los protejan de su degradación por acción del sol. Los filtros solares químicos contaminan y afectan gravemente a los ecosistemas acuáticos, añade Ecologistas en Acción.

Según biólogos y expertos, «parte de los pellets vertidos en Galicia tienen un 30% de estos aditivos potencialmente tóxicos para los humanos» por lo que desaconsejan tareas de limpieza sin la protección y los medios adecuados.

La contaminación química no sólo se produce por el material del que están fabricados los pellets. Las características de absorción de los microplásticos hacen que otros contaminantes presentes en el agua, incluso patógenos, se ‘peguen’ a ellos. De esta forma, los pellets pueden actuar como pequeños ‘caballos de Troya’ que esconden otros tóxicos. Así lo afirma Ethel Eljarrat, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): «son como una esponja que agrega contaminantes que ya están en el agua marina. Absorben contaminantes orgánicos que son persistentes y que permanecen un largo plazo en el medio. De esta forma, cuando la fauna marina los ingiere tiene el problema de acumularlos en el estómago, pero también de acumular sustancias que se van liberando y que actúan como disruptores endocrinos, es decir, que alteran el organismo».

El peligro que plantean los microplásticos es tan patente que la Comisión Europea ha restringido el uso intencional de microplásticos en productos (como la purpurina o los microplásticos que añaden algunas marcas de cosméticos) bajo la premisa de que la persistencia asociada a los microplásticos plantea un riesgo inaceptable para el medio ambiente.

Con toda esta evidencia científica, con los acuerdos de organismos internacionales para reducir precisamente los microplásticos, Ecologistas en Acción cree que no es admisible trasladar a la opinión pública informaciones inciertas, que sólo confunden a la ciudadanía.

Verdes Equo Cantabria teme otro ‘Prestige’

El Partido Verde de Cantabria ha expresado su apoyo y ofrecido ayuda voluntaria a sus colegas en Galicia en caso de ser necesario.

El partido también pide al Gobierno de Cantabria y a otros partidos en el Parlamento que presionen a la Xunta de Galicia y a la empresa dueña del buque implicado, para que compensen los daños causados por este desastre ecológico. Esta solicitud está en línea con una Proposición No de Ley presentada por Verdes Equo en el Congreso, que insta a una limpieza completa e inmediata de las costas afectadas.

Gabriel Moreno, portavoz del partido, indica: “El derrame de plásticos de un barco polaco con bandera de Liberia cerca de la costa portuguesa ya ha afectado las costas de Galicia, Asturias y Cantabria. Esto requiere una gestión proactiva y eficiente por parte de los gobiernos involucrados, y un refuerzo de las normativas internacionales para prevenir estas catástrofes.”

Dolores Póliz, también portavoz, señala: “Esta situación, que recuerda al desastre del Prestige, requiere que se exija responsabilidad ambiental por no tomar las medidas necesarias para prevenir el daño ecológico, el cual tiene graves consecuencias en la cadena alimentaria y la salud humana. Estos son ecocidios que deben ser penalizados.”

Imagen creada por IA

Es importante destacar que los plásticos que se han vertido contienen sustancias tóxicas como el bisfenol A y los ftalatos, lo que representa un grave peligro para todos los seres vivos, poniendo en riesgo la salud pública, la biodiversidad y el medio ambiente. Además de su composición tóxica, estos plásticos se descomponen en microplásticos que causan un daño significativo a la fauna marina. Peces y aves, al consumir estos pellets de plástico, se enfrentan a graves riesgos para su salud. Muchos de ellos mueren de hambre, ya que el plástico no puede ser digerido y llena sus estómagos, impidiéndoles alimentarse adecuadamente. Otros sufren intoxicación debido a las sustancias químicas contenidas en los plásticos. Este impacto en la vida marina contribuye a la degradación ambiental y agrava el problema de la contaminación por plásticos en nuestros océanos y costas.

Además, el partido solicita que el Consejo Asesor del Centro de Coordinación Operativa incluya asesoramiento científico de entidades como el Instituto Oceanográfico y el Colegio de Biólogos. También piden la participación de grupos experimentados como Ecologistas en Acción, Centinelas o ARCA, para promover la cooperación ciudadana y la organización de voluntarios para la limpieza.

Verdes Equo enfatiza que no se deben repetir los errores del Prestige, cuyos impactos negativos aún no se han recuperado. Por ello, piden una acción política urgente, rigurosa y eficiente para evitar una marea blanca tóxica.