El sobrecoste en el MAS no deja rastro en el listado de modificados de contratos de Santander
Las obras de reforma del MAS, el Museo de Arte de Santander, finalizaron el pasado mes de diciembre prácticamente despidiéndose con un añadido que remataba el largo historial de complicaciones que ha jalonado la tramitación de este proyecto, desde el incendio de hace más de siete años hasta los recursos y advertencias de sobrecostes e irregularidades.
En concreto, tal y como apuntaba esta semana EL FARADIO, la Junta de Gobierno local aprobó en noviembre un modificado de obra que suponía un segundo y último retraso de un mes –meses antes se había aprobado otro de hasta 22 semanas respecto al plazo inicial- y que además implicaba unos “gastos complementarios” de 787.317 euros en beneficio de la adjudicataria, COPSESA, constructora ligada a un exalcalde del PP (José Domingo San Emeterio, Ramales de la Victoria).
Un importe que se suma al de adjudicación, cifrada en 3 millones de euros (un 40% menos que el precio que marcó el Ayuntamiento cuando definió el proyecto de reforma en la licitación, por 6,3 millones de euros, y que no había trascendido hasta ahora.
No sólo eso, sino que no figura en el listado de modificados de contratos de obras realizados durante 2023 en el Ayuntamiento de Santander, enumeración que se hace cada año y cuelga en la Web municipal dentro de las políticas de transparencia de la capital cántabra.
LOS MODIFICADOS DE OBRA
Los modificados de obra, contratos reformados o complementarios suponen cambios en el contrato suscrito entre la institución y la empresa adjudicataria.
Esos cambios pueden ser, fundamentalmente, o en el precio adjudicado –y lo habitual es que si hay modificado es porque se incrementen- o en los plazos –de nuevo, lo recurrente es que si se produce el modificado se deba a que no se pueda cumplir con las fechas iniciales–.
Cuando se produce un modificado, no deja de ser un cambio en las condiciones de un contrato, un incumplimiento de una de las partes. Si la parte que ha incumplido es la empresa, entonces las normas de contratación pública tienden a establecer una penalización, salvo que la Administración considere que el incumplimiento no fue por su responsabilidad.
EL LISTADO
El propio Consistorio apela, para justificar esa relación de modificados, a la Transparencia en la gestión como «una obligación legal y moral» de todas las Administraciones Públicas, y se muestra «plenamente concienciada en ofrecer el máximo nivel de transparencia» a sus ciudadanos.
En ese listado, consultado por EL FARADIO –y en el que se observa de forma reiterada que cuando una obra se adjudica muy a la baja, lo que sucede después son modificados: retrasos en los plazos o incrementos de costes-aparece el proyecto de reforma del MAS, el Museo de Arte de Santander.
EL MODIFICADO QUE APARECE EN EL LISTADO
Y ahí sólo aparece un modificado, que se tradujo en un incremento del plazo de ejecución. Si se analiza el modificado posterior, se comprueba que fue una petición de COPSESA, que aludía al mal estado de los paramentos estructurales del inmueble, así como a la necesidad de reforzar la cimentación, además de a las dificultades en el suministro de los equipos de climatización.
Tanto los técnicos de la dirección de la obra (una unión de empresas privadas- como los del Servicio de Arquitectura del Ayuntamiento de Santander aceptaron esas explicaciones y emitieron informe favorable a la ampliación de plazo.
En ese informe, los responsables de supervisar la obra entendieron que las causas del retraso eran ciertas y no se podían achacar a la empresa, que evitó así ser penalizada por incumplimiento del contrato firmado.
En consecuencia, tal y como aprobó la Junta de Gobierno local en agosto de 2023, el fin de los trabajos se fijó en 22 semanas más, con fecha de finalización de 30 de noviembre de 2023.
EL SEGUNDO MODIFICADO
Lo que no aparece en el detalle de los modificados del MAS en ese listado es ese segundo modificado que se aprobó en un posterior acuerdo de la Junta de Gobierno local en noviembre.
Ese modificado supuso un mes extra de plazo al retraso ya previsto, de modo que la obra acabó en diciembre (fue nada más arrancar enero cuando el Ayuntamiento hizo la visita con la que dio por finalizada la parte de obra física, quedando ahora toda la parte de completar el Museo, las obras de arte, hasta su inauguración definitiva en mayo).
Además, se autorizó un “gasto complementario” que asciende a 787.317 euros, a favor de la adjudicataria, COPSESA. sto supone cambios en las cifras iniciales: si la obra se licitó en 6,3 millones de euros y se adjudicó a la baja, hasta poco más de 3 millones, con este “gasto complementario” de 787.317 euros, la baja final es menos baja: de 3,8 millones de euros, pero la cifra no cuenta ya a la hora de competir por la adjudicación del contrato porque ese momento ya pasó.
Este acuerdo, del que no hay rastro en la relación de modificados de obra enmarcados en la política de transparencia, pero sí en la parte documental relacionada con el contrato. es más complejo que un modificado habitual: de hecho, refleja muy bien todos los problemas que ha sufrido el proyecto: el encargo por parte del Ayuntamiento de que, ante las “razones técnicas sobrevenidas” y “por causas desconocidas” cuando se elaboró la primera guía de trabajo, se redactara un proyecto modificado.
Y también se hace eco de un requerimiento, una petición formal de correcciones, por parte del Servicio de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura –el Museo es Bien de Interés Cultural, por tanto, con especial protección-.
Al final, hubo que incluir cuestiones como otras mejoras en aspectos tecnológicos relativos a las instalaciones y a la incorporación de avances para la mejora de la eficiencia energética y otras medias “desconocidas” en el momento de la redacción del proyecto.
Cumplir con todo eso llevó, además de a este modificado, a la redacción de un proyecto refundido, que es como se llama a un documento que sustituye y anula en su totalidad al proyecto inicial ante la acumulación de cambios.