La dirección de Mercadona y el Comité de Empresa han sido citados este viernes 26 a partir de las 11 a una reunión en el Organismo de Resolución de Conflictos Laborales  (ORECLA) con motivo de la mediación previa de Huelga prevista para los centros que Mercadona tiene en Cantabria.

De un lado se sentarán a negociar la representación de los trabajadores, miembros de los Sindicatos MAYSA, AITB, CCOO y UGT y por el otro la representación de la empresa, según informa el presidente del Comité.

Desde la representación de la plantilla se acude con la intención de «impulsar un acuerdo para regular las relaciones laborales y dar fin a la vulneración de derechos que la mercantil está ejerciendo sobre los trabajadores y sus representantes desde hace más de un año».

Las reivindicaciones que motivan esta convocatoria de huelga son porque se están produciendo transgresiones sobre derechos en materias tan sensibles como son la conciliación familiar o la violencia de género, impidiendo a los trabajadores poder conciliar su vida familiar y laboral y negándose la empresa a gestionar y activar los protocolos de violencia machista.

Además, añaden que «hay sobrecarga de trabajo, falta de formación en los puestos, se falsifican los sistemas organizativos de las tiendas y se entregan documentos sin naturaleza jurídica para dejar indefensos a los trabajadores, todo esto encaminado a un único fin, construir despidos a coste cero para la empresa».

Entre los motivos que enumeran también están los temas de prevención de riesgos laborales, «totalmente inactivos», ya que no se han actualizado las evaluaciones de riesgos laborales y psicosociales, «se ponen impedimentos para constituir el Comité de Seguridad y Salud Laboral, etc… y además se obliga a los trabajadores a dirigirse a los servicios médicos de la Seguridad Social para enmascarar accidentes laborales y enfermedades profesionales».

Tal y como señalan, la dirección de la mercantil «es clara»: «hacer dinero a cuenta de las espaldas de sus trabajadores, no pagando despidos, no realizando contrataciones, obstaculizando la investigación de los accidentes laborales y enfermedades profesionales e intentando engañar al Comité con su nueva fórmula de contrato, los fijos discontinuos».

«Y que decir si caes de baja, entran en el método del chantaje con el Complemento IT, que ellos mismos a dedo y de forma arbitraria deciden quien lo cobra y quien no, complemento que para el trabajador supone ver una significativa reducción en la nómina», añaden.

Para los trabajadores, desde la cadena se «atenta directamente y pone en grave peligro la salud de sus propios trabajadores». y recuerdan al respecto el alto nivel de absentismo que tiene la empresa en Cantabria.

También se reivindica el derecho constitucional de libre sindicación o los derechos de información en materia de acuerdos colectivos (Convenio, modificación sustancial en las condiciones de trabajo…).

En la misma línea del respeto a la actividad sindical, se reivindica que se cese en la persecución a los representantes de los trabajadores y se activen las relaciones laborales, «pues Recursos Humanos se niega a coger el teléfono al presidente del Comité regional, se realizan valoraciones de rendimiento asociadas con primas retributivas no fijas donde se les penaliza por informar a la plantilla, o realizan actos censurables y hostiles, incluso en el desarrollo de su trabajo en tienda, dirigidos a una violencia laboral psicológica extrema, con el fin de obstaculizar la defensa a los trabajadores».

Detallan que la Inspección de Trabajo le ha abierto dos expedientes sancionadores, uno por las evaluaciones de riesgos psicosociales, realizadas de manera unilateral y sin contar con los delegados de prevención y otro en materia de registro de jornada. «Y aún así, la empresa sigue desoyendo las resoluciones de la Inspección, por lo que ha sido nuevamente denunciada».

El rumbo hacia la huelga, en el que la mediación es un paso para evitarlo si la empresa accede a negociar y cede en alguno de los puntos, se produce «después de haberlo intentado todo: cartas a la central de Valencia, emails comunicando las problemáticas de la plantilla e ir a reuniones donde no se han dado soluciones», por lo que el Comité de empresa tiene muy claro que «esto hay que pararlo».