Izquierda Unida-Podemos ha compartido su diagnóstico sobre la tramitación de la Zona de Bajas Emisiones con varios representantes de colectivos integrados en la Mesa de Movilidad del Arco de la Bahía, como Cantabria con Bici o Ecologistas en Acción, con los que ha coincidido que el abordaje que está llevando el Ayuntamiento de Santander sobre este tema está siento “caótico”.

“Estamos viendo que no solo hay un retraso injustificable en la tramitación de esta norma europea, que nos va a perjudicar por falta de previsión, sino que se está abordando de una manera muy desordenada”, ha explicado el concejal de la formación, Keruin Martínez, tras reunirse con estos colectivos.

Martínez se ha referido a la falta de transparencia y la ausencia de algunos trabajos previos que ayudarían a concretar las áreas de actuación que requiere la ciudad de Santander, “que recordemos que es peculiar por su composición, y por cómo se distribuyen las zonas más afectadas”.

El edil ha criticado que el Ayuntamiento “se ha lanzado a licitar un contrato de más de dos millones de euros, sin haber realizado un trabajo previo en profundidad que aporte los datos, los mapeos de las zonas más contaminadas por el tráfico o el ruido, y por una tristísima ausencia de transparencia”.

En cuanto a las estaciones de medición anunciadas, ambas partes han coincidido en que son una buena noticia, “siempre que se instalen en lugares verdaderamente útiles y fiables, como son Tetuán, que es el medidor más fidedigno actualmente, pero también otras zonas de gran carga de vehículos como la rotonda sur de Valdecilla hacia Cuatro Caminos”, ha explicado el edil, que también apuesta por vigilar otras zonas del extrarradio.

En la reunión, se han tratado temas como la ausencia de aplicación de un protocolo de salud en picos de contaminación, especialmente en épocas de incendios, la ausencia de transparencia de los datos y otras medidas que consideran importantes de aplicar en materia de movilidad, como la tarjeta única o la creación de un Consorcio de Transporte autonómico para el Arco de la Bahía, algo que la formación lleva años reclamando.

Por último, ha habido ocasión para valorar el nuevo servicio de préstamo de bicicletas eléctricas, que “redunda en concebir la bicicleta, no como un medio de transporte ordinario, sino como algo recreativo, más pensado para el visitante que para los vecinos que podrían usarla a diario para recados o ir al trabajo”, apunta el concejal. “Esto se ve en que el precio es muy elevado y que, además, sigue pendiente la ampliación de la red de carriles ciclables más allá del que recorre la línea de costa”, ha explicado.