Torrelavega capital, Santander en Palencia, USA justificando una invasión con el urbanismo y la predicción de Revilla como presidente
En cuatro páginas, en ‘Volver’ pasa de todo: desde Estados Unidos invadiendo Cantabria apelando a su maltrato histórico al litoral , Torrelavega se convierte en la capital de Cantabria y Santander pide la integración en Palencia, mientras un grupo de rebeldes resiste en el teléferico de Fuente Dé.
Hasta le da tiempo a Íñigo Ansola, dibujante de referencia cada mañana en EL DIARIO MONTAÑÉS, a predecir, en un trabajo escrito en 2003 y antes de las elecciones, a un Revilla presidente (con el tiempo el propio Ansola crearía el personaje del Albarkari).
Es un trabajo ambientado en el futuro y la ciencia ficción –como prueba el hecho de que Torrelavega se presente como próspera y con una pujante actividad económica—
Y en su propio futuro le ha causado a Ansola” al convertirle en protagonista de un intento de crear un nuevo episodio de guerra cultural y pánico moral: ese trabajo, presentado al concurso de cómics de Torrelavega –por eso tenía que estar ambientado en la ciudad, se incluyó junto a otros en un libro que llegó a centros educativos y acabó en alguna biblioteca.
Allí, por lo visto, expuso a jóvenes a mensajes más perturbadores que la distopía de una Torrelavega convertida en una potencia del cine erótico (La Lechera y Sniace cobran otra dimensión), como que el miedo a esa competencia en la gran potencia, que busca una excusa para invadirla y, mirando a Cantabria, no podía ser otra que el maltrato histórico al litoral, a base de esa mezcla de urbanismo y petróleo. Era 2003 y había petróleo en todas partes, porque era el año del Prestige y de la invasión estadounidense de Irak, justificada por las armas de destrucción masiva.
Una polémica que ha recibido con una mezcla de “estupefacción” y “diversión”, porque los elementos en los que más se ha centrado la crítica “hay que buscarlos mucho”, como ha relatado entrevistado en el programa de radio EL FARADIO DE LA MAÑANA, en ARCO FM, el propio Ansola, preocupado por la frecuencia con que empiezan a producirse estas convulsiones y tal vez protagonista en breve de una viñeta que cuente esta historia.
Una vez retirado de las aulas el material sensible, lo más perturbador, como siempre, está en el mensaje de fondo que trasladaba. Y cada mañana en la viñeta política.
Consulta aquí el cómic: VOLVER
Noticias relacionadas:
- Estudiantes universitarios se organizan frente a la “censura y represión” tras la visita real al acto de inicio del curso
- IU a Vox sobre el pin parental en Cantabria: “Están a un paso de querer prohibir que se enseñe que La Tierra es redonda”
- La historia de Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar, en la revista Peonza