La Asociación de Vecinos de las plazas de Pombo-Cañadío y Ensanche ha presentado  alegaciones al Mapa Estratégico del Ruido de Santander por considerar que es un análisis incompleto ya que no contempla la medición del ruido derivado del  ocio.

Esta, recuerdan, es una fuente muy relevante de ruido ambiental que afecta de manera significativa a un gran número de residentes.

El Mapa Estratégico de Ruido es la herramienta diseñada para evaluar globalmente la exposición al ruido en una zona determinada, debido a la existencia de fuentes de ruido excesivo no autorizado o para realizar predicciones globales en la misma.

El exceso de ruido procedente del ocio ha sido descrito como “un sonido exterior no  deseado, nocivo y generado por la actividad humana” y está regulado a nivel estatal por la Ley 37/2003 (así como por los reglamentos que posteriormente la desarrollan) y en la Unión Europea por la Directiva 2002/49/CE.

Y el Mapa del Ruido de Santander, que ha estado sometido a información pública durante un mes, omite en su estudio este ruido, por lo que resulta imprescindible una revisión y una ampliación del mismo, señalan.

Además, inciden en que el Ayuntamiento dispone desde diciembre de 2023 de un “Estudio Acústico de las Zonas de Ocio de Santander” que no hace público, por lo que sería fácil incorporar los resultados del mismo en el Mapa del Ruido con el objetivo de tener un documento más completo y así adoptar de forma urgente medidas efectivas para reducir los niveles de ruido causados por las actividades de ocio.

En este sentido, detallan que el Mapa de Ruido de 2016 ya acreditaba mediciones de ruido nocturno (23:00 y 07:00 hrs.) que superaban con creces los 55 decibelios, límite establecido por la Ley 37/2003 y la Ordenanza Municipal de Santander para  las zonas residenciales. Las mediciones realizadas en el Río de la Pila alcanzaron un valor de 67,6 dB(A), mientras que en la Plaza de Cañadío llegaban a un valor de 75,9 dB(A).

Desde la Asociación de Vecinos señalan que “transcurridos 7 años desde aquellas mediciones y, dado que en este tiempo no se ha adoptado ninguna medida correctora, suponemos que los niveles de ruido derivados del ocio permanezcan similares o incluso hayan aumentado”.

Estos datos serían fácilmente comprobables si el Ayuntamiento diera a conocer el “Estudio Acústico de las Zonas de Ocio de Santander” que analiza los niveles de ruido generado por actividades de ocio en el Ensanche de Santander, pero el mismo no ha sido dado a conocer públicamente.

Es por ello que desde la Asociación de Vecinos “animamos al Ayuntamiento de Santander a que sea transparente y haga públicos los resultados para así poder abordar este grave problema de salud pública de forma conjunta: ayuntamiento,
autoridades sanitarias, organismos medioambientales y vecinos.”

«El exceso de ruido provoca muchas enfermedades y las agrava todas. Desatender esta fuente de contaminación constituye una vulneración de derechos fundamentales y, adicionalmente, provoca una pérdida de valor de los inmuebles de
las zonas acústicamente saturadas, así como provoca una progresiva expulsión de la población habitual de esos vecindarios. El ruido no es una molestia puntual o una incomodidad leve para los vecinos, sino que debe considerarse como un problema
grave de salud pública», recalcan.