Un 29% de las mujeres que tenían en el año 2022 una jornada laboral de menos de 30 horas semanales en Cantabria (6.184 de un total de 21.235) no buscaba más horas de trabajo porque se lo impedía su dedicación a la familia y al cuidado de personas dependientes, motivo que afectaba apenas a 148 hombres o el 2,3% de los 6.448 en la misma situación.

Según el informe anual de la Secretaría de Igualdad de UGT con motivo del Día Internacional de las Mujeres, la última Encuesta Social de Cantabria de 2022 reafirma que el número de mujeres con menos de 30 horas semanales de trabajo remunerado triplica al de los hombres pese a que había menos ocupadas que ocupados (114.039 mujeres y 134.342 hombres) y que, entre los principales motivos para ello, figura la familia y el cuidado de personas.

La misma fuente estadística publicada por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) precisa que apenas un 7% de estas más de 21.000 trabajadoras con una jornada laboral de menos de 30 horas semanales (1.557) no quería más horas de trabajo y que un 21% de ellas simplemente no encontraba un empleo con más horas.

Como precisa el sindicato, las mujeres cántabras dedican una media semanal de cuatro horas y 20 minutos menos que los hombres al trabajo remunerado (28,54 por 33,14 horas) pero entre 12 y 14 horas semanales más al hogar y la familia incluido el fin de semana, según la última publicación de «Mujeres y Hombres desde la Perspectiva de Género» correspondiente igualmente al año 2022 y también elaborada por el ICANE.

En este mismo año, las mujeres no sólo triplicaban a los hombres en las jornadas laborales de menos de 30 horas semanales, también en los empleos con jornadas a tiempo parcial (21.839 por 6.596 hombres), que en su mayor parte eran no deseados o involuntarios en ambos sexos (un 54% de las mujeres y un 50,3% de los hombres querían una jornada completa).

Ahora bien, como puntualiza el informe de UGT, 4.259 de estas mujeres trabajadoras con jornada a tiempo parcial (19,5% del total) ni siquiera buscaban una a tiempo completo por la familia y el cuidado de personas, cuatro veces más que los 1.043 hombres que alegaban el mismo motivo.

«Todas las estadísticas oficiales que se consulten confirman que el empleo y la trayectoria profesional de las mujeres se ve limitada o interrumpida por el hogar, la familia y el cuidado de personas», matiza la secretaria de Igualdad de UGT en Cantabria, Pilar Santamaría.

Santamaría recalca que «es bien sencillo, menos horas de trabajo implica también menos en todo lo demás: en el salario, en la cotización a la Seguridad Social, en las prestaciones por desempleo o en la futura jubilación» e insiste en que «esta dedicación casi exclusiva de las mujeres a la familia y los cuidados sigue siendo uno de los principales factores de las brechas de género que siguen imperando en el mercado laboral».

La sindicalista alude a otra estadística del ICANE que destaca que en Cantabria un 34% de la población activa femenina del mencionado año 2022 (44.122 ocupadas o desempleadas) había cambiado de empleo en los tres años anteriores por distintos motivos, principalmente para buscar uno mejor y por fin de contrato o despido, «aunque una vez más, un 10% de ellas lo habían hecho por razones familiares y de cuidados (4.500), algo que apenas afectaba a poco más de un 1% de los hombres (683)».

Un 21% ni siquiera busca empleo

El informe de la Secretaría de Igualdad de UGT en Cantabria analiza no sólo la incidencia de la familia y el cuidado de personas dependientes en las menos horas de trabajo remunerado de las mujeres, también en la de aquellas que se incluyen en la población desempleada o inactiva que ni siquiera buscan un empleo por la misma razón.

Según la mencionada última publicación de «Mujeres y Hombres desde la Perspectiva de Género en Cantabria», un 21% de las 88.714 mujeres desempleadas o inactivas registradas en la región en 2022, sin incluir en ellas a las jubiladas o pensionistas, no buscaba un empleo por distintas obligaciones familiares y cuidado de personas, lo que implicaba a casi 19.000 de ellas (18.985).

Por el contrario, entre los 45.578 hombres desempleados o inactivos sin pensionistas ni jubilados que de por sí no buscan empleo, apenas un 5% (2.368), ocho veces menos que las mujeres, ponían como razón la familia y los cuidados.

Como matiza la secretaria de Igualdad de UGT en Cantabria, «la corresponsabilidad de mujeres y hombres en el ámbito laboral sigue siendo una asignatura pendiente y, aunque se ha mejorado con nuevos permisos de conciliación, la mayor parte del tiempo dedicado a la familia y al cuidado de personas sigue teniendo rostro femenino».

En este sentido, Santamaría matiza que «en una pareja solicita el permiso o la excedencia en el trabajo para cuidar hijas, hijos o familiares quien menos salario tiene porque así perjudicará menos a la propia economía familiar y, por lo general, al final suele ser la mujer porque es la que peores condiciones remunerativas tiene».

La sindicalista reitera que «UGT viene reclamando desde hace tiempo que todos los permisos de conciliación sean retribuidos porque cuando lo son, como con las prestaciones por nacimiento y cuidado de menores, lo solicitan un porcentaje similar de mujeres y hombres; todo lo contrario a cuando los permisos no implican compensación económica».

«En las excedencias laborales o en los permisos no retribuidos, entre un 80 y un 90% de las solicitudes siguen correspondiendo a las mujeres», concluye la responsable regional de Igualdad de UGT.