Los salarios pactados o revisados en los 49 convenios colectivos suscritos en Cantabria en los dos primeros meses de 2024 se incrementaron un 3,08%, tres décimas más que el 2,8% del Índice de Precios al Consumo (IPC) en el mismo período, según aclara la Secretaría de Acción Sindical de UGT con las últimas estadísticas de inflación facilitadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El sindicato precisa que Cantabria es una de las siete comunidades autónomas que logra este año un aumento salarial medio por encima del 3% en la negociación colectiva hasta el pasado mes de febrero, lo que permite superar ligeramente el 2,8% del incremento tanto del IPC general estatal como el de la región y el mismo porcentaje registrado en la subida salarial media de los 2.340 convenios colectivos firmados o revisados en España.

Como recalca el secretario de Acción Sindical de UGT en Cantabria, Valentín Fernández, «al igual que el año pasado, el incremento de los salarios en la región es ligeramente superior al del IPC general pero sigue por debajo del 3,5% registrado en el subyacente, que no incluye los precios de los alimentos no elaborados ni los productos energéticos y es una referencia más fiable del verdadero impacto de la subida de los precios en la economía».

En este sentido, Fernández matiza que la moderación de la inflación en España, que crece este año menos de la mitad que el 6% de 2023 en las mismas fechas por un descenso de los precios de la energía y la estabilización de los de los alimentos, «no permite ni de lejos recuperar el poder adquisitivo de los salarios en los últimos años».

«En 2021 y 2022, los salarios pactados o revisados en los convenios colectivos de Cantabria perdieron más de seis puntos de poder adquisitivo en comparación al aumento desbocado de los precios por aquel entonces y el año pasado apenas se recuperó medio punto de todo lo perdido (3,1% los precios y 3,6% los salarios)», agrega el responsable regional de Acción Sindical de UGT.

Fernández recuerda que «es tiempo para aumentar los salarios y recuperar un poder adquisitivo fundamental para el consumo y el crecimiento económico, y más, cuando las últimas estadísticas del Banco de España confirman que los márgenes de beneficios empresariales siguen aumentando y ya han recuperado el nivel previo a la pandemia, tras reducirse los costes energéticos y de materias primas y la propia inflación».