No puede decirse que el Ayuntamiento de Santander o la empresa adjudicataria de las obras del campo de fútbol Uco Alciturri o El Regimiento desconocieran el impacto de la lluvia: al margen de la experiencia cotidiana en una ciudad en la que las precipitaciones son una vecina más, es que eran justo lo que se pretendía solucionar.

Los trabajos que se han estrenado con quejas por parte de jugadores y familias: manchas por el caucho –que impide ver las líneas blancas del campo-, iluminación artificial que apunta a viviendas y no al campo, y dificultades por  que se sigue sin desaguar correctamente el agua del campo y eso afecta a rodaje y bote del balón en los partidos, como han denunciado PSOE y PRC.

⚽️ Es una vergüenza cómo ha quedado el campo de fútbol de El Regimiento después de la última reforma. Los niños salen de entrenar teñidos de negro. Se encharca, el balón no corre ni bota, no se ven las líneas divisorias… Exigiremos al PP respuestas y soluciones en el #PlenoSDR pic.twitter.com/QXaFSVYQe5

— Daniel Fernández (@fergodani) March 21, 2024

‼️ Esto es lo que tienen que soportar los niños y familias en el campo de El Regimiento.

Hemos presenciando un entrenamiento y varias familias han tenido que sacar bolitas de caucho del ojo de sus hijos.

Exigiremos soluciones inmediatas y un análisis de la posible toxicidad. pic.twitter.com/H8Fi72sMjd

— Felipe Piña (@PinaFelipe_) March 21, 2024

EL RETRASO POR LAS LLUVIAS

La lluvia fue el motivo que se invocó para justificar un nuevo retraso en una reunión del Instituto Municipal de Deportes (IMD) que se trasladó a los medios como una apertura inminente tras su finalización, cuando lo que en realidad se aprobó, tal y como refleja la documentación revisada por EL FARADIO, es una recepción “parcial” (es decir, faltaban cosas) y una ampliación de plazo, esto es, un retraso.

Ese ampliación fue solicitada por la empresa y justificada en las lluvias, que as impedían instalar el alumbrado, motivación aceptada por el Ayuntamiento, lo que hace que el retraso no tenga consecuencias (en forma de sanciones por incumplir los plazos fijados por contrato) para la empresa adjudicataria, SENOR.

QUE SE SUMÓ A LOS RETRASOS PREVIOS

En realidad, los retrasos han sido la constante en el proyecto: el contrato se formalizó en julio de 2023 para empezar en octubre de 2023, con una previsión de duración de tres meses.

Ya en diciembre se solicitó un mes y medio más de plazo, que fue autorizado por el IMD a finales de año. Y luego se sumó este otro, que eleva a dos meses el plazo extra con el que ha contado la empresa para ejecutar los trabajos.

PROBLEMAS DE DRENAJE ANTE LLUVIAS INTENSAS

El propio proyecto técnico, consultado por EL FARADIO, admitía los problemas de drenaje con las precipitaciones son intensas, cuando las canaletas no podían desalojar correctamente todo esa agua del campo, creando problemas tanto a los jugadores como de mantenimiento al propio recinto.

De hecho, el documento constata que el campo del Regimiento en el estado actual –previo al inicio de las obras- “no cumple con los requisitos suficiente para poder desalojar correctamente las precipitaciones cuando estas superan cierta intensidad”, por lo que se ha optado por la renovación de todo el drenaje perimetral, aumentando la sección hidráulica de la canaleta.

Ante el “insuficiente” drenaje perimetral, por su tamaño, se proyectó su renovación usando un modelo de canal con una capacidad hidráulica mayor y con mayor absorción.

En el proyecto se advertía de que se desconoce el número total de arquetas que había en el campo.

“LLUEVE SOBRE MOJADO”

Desde el PSOE, su portavoz Daniel Fernández se refería recientemente a la «surrealista recepción de la anterior obra de renovación», que «se acometió sin retirar la vieja alfombra de hierba artificial», lo que «desembocó en problemas de drenaje, embolsamientos de agua y aire que hicieron imposible la práctica del deporte».

“Llueve sobre mojado”, sostuvo, recordando que aquella recepción de la obra derivó «muy presumiblemente» en la actual intervención «sin agotar la vida útil de la instalación», lo que «en definitiva ha supuesto una mala gestión y despilfarro del dinero público de todos los santanderinos y santanderinas», ha concluido.

En concreto, en diciembre de 2009 se presentaron las obras de reforma de esta instalación con la construcción de una nueva marquesina para cubrir gradas para público en el extremo noroeste del campo y la colocación de nuevo césped artificial en todo el área de juego. Además el campo recibió el nombre de “Uco Alciturri”.

Esas obras se ejecutaron en 2009, a cargo también de SENOR, la adjudicataria de estos trabajos, después de una primera convocatoria en la que la licitación quedó desierta, y una segunda en la que la Mesa de Contratación acordó excluir a una segunda empresa que también aspiraba a ejecutar estos trabajos.

SENOR los acometería tras presentar una propuesta en la que rebajaba los condicionantes técnicos, pero sin que esa rebaja técnica tuviera la correspondiente repercusión en una rebaja de su presupuesto, como por otra parte es habitual en las licitaciones públicas, en las que se compite a la baja ante el desconocimiento de si se presentan más ofertas y si serán mejores que la de uno.

Así fue la adjudicación de las obras del campo de fútbol de El Regimiento: una rebaja técnica que no tocó la oferta económica