Gaza se enfrenta a un nivel “catastrófico” e inminente de hambruna
Gaza afrontará de forma inminente una hambruna “catastrófica”: un nivel 5, el más alto, de inseguridad alimentaria porque ‘la población no tiene nada que comer”.
Y tampoco hay hospitales para atender enfermedades: “empiezan a morir niños de desnutrición”, relataba para EL FARADIO Raquel Martí, directora en España de UNRWA, la agencia española de ayuda a los refugiados palestinos.
Martí estará este sábado dando testimonio en Cabezón de la Sal, donde la plataforma vecinal Cabezón por Gaza ha organizado un intenso Festival Solidario en el que músicos, artistas, agrupaciones folclóricas.. unen fuerzas para recabar fondos de apoyo al pueblo palestino.
Allí se vive “la mayor crisis humanitaria” de las últimas décadas: en Gaza, recopila, se dan el mayor número de niños muertos o periodistas asesinados, se ha destruido la práctica totalidad de sus infraestructuras: no hay viviendas, saneamiento o electricidad, y ya no existen sus sistemas productivos de agricultura, ganadería o pesca.
Es duro hacerlo pero hay que hacer algunas cuentas: van más de 33.000 personas asesinadas, de los que 14.000 son niños y 8.000 mujeres.
LOS REFUGIADOS MÁS ANTIGUOS
La UNRWA es la agencia para refugiados de Palestina: es veterana (se crea en 1949, porque todo lo que está pasando allí no empezó, ni de lejos, el pasado mes de octubre) porque su expulsión lleva pasando desde entonces y la falta de soluciones de la comunidad internacional ha hecho que sean “los refugiados más antiguos del mundo”, 6 millones de personas en la actualidad.
Proveen de salud o servicios sociales a una población “que depende absolutamente de agencias de ayuda humanitaria” mientras sufre recurrentes ofensivas militares. En sus instalaciones acogen a desplazados y dotan también de una potente red de escuelas no sólo a Gaza, sino a Cisjordania y a países del entorno a los que huyen los palestinos.
LAS CUENTAS DEL HAMBRE Y LA MUERTE
Las cuentas son durísimas: desde antes de octubre, una población exhausta y ya asediada por la falta de recursos y capacidad de movimiento sobrevivía gracias a la entrada de 500 camiones diarios con ayuda humanitaria. Hablamos de 2,2 millones de personas.
A partir de octubre, Israel cortó los lugares por donde pasaban. La presión internacional logró que se reabrieran y entraban entre 20 y 100 camiones diarios, con picos de 150. Esta misma semana, y nuevamente bajo la presión internacional, entraron 400. Lejos todavía de los 500 de antes de octubre.
Las cuentas siguen, porque esa reducción de ayuda en una población que ya dependía de esos recursos se produce en un momento en que las necesidades se han multiplicado: sin hospitales ya, hay muchas epidemias “desatadas” (hepatitis, gastroenteritis, piojos, sarna), y tampoco hay acceso a tratamientos para enfermedades crónicas como la diabetes y otras como el cáncer (la travesía que las enfermas de cáncer pasaban para acceder a tratamiento la documentaron la añorada Ana Alba y Bea Lecumberri).
ASESINADOS, ACUSADOS DE TERRORISTAS…
En la UNRWA han enterrado a un compañero al día, 178 en total, (muchos de ellos con sus familias) desde que empezó está crisis. En sus instalaciones los bombardeos indiscriminados han matado a 400 personas y herido a 1.400, fundamente en ellas se acogía a mujeres y niños,
Pero, paradójicamente, son ellos los tratados de terroristas después de que Israel acusara a 12 de sus miembros de participar en los ataques.
Nuevamente toca hacer cuentas: la UNRWA, que acoge refugiados en sus instalaciones, trabaja más allá de Gaza (allí donde se desplazan los palestinos) y tiene la red más amplia de escuelas de la zona, tiene 33.000 trabajadores.
El listado entero se entrega a cada país, y en lo que toca allí, también a Israel, con un potente servicio de inteligencia. Lleva siendo así años, pero después de que “nunca” se les hubiera trasladado ninguna advertencia, este año les han dicho que 4.500 empleados de la agencia tienen vínculos terroristas.
“Es la primera vez en la historia que se criminaliza a una agencia de Naciones Unidas”, asevera Martí.
… Y RECORTADOS
“Sin ver ni una prueba” de esa acusación, con dos investigaciones independientes aún abiertas, 16 países, entre ellos los mayores donantes, cortaron el envío de fondos con los que la UNRWA ayuda a la población civil de Gaza, que depende de ellos ante la ausencia de cualquier otro tipo de recursos.
Muchos han vuelto a restituir esos fondos, pero no todos: no lo han hecho Inglaterra, Italia o Estados Unidos (que se hecho está legislando para prohibir la financiación a la UNRWA).
“Es una irresponsabilidad retirar la ayuda en la mayor crisis humanitaria de las últimas décadas para Naciones Unidas”, asevera Martí, quien agradece la iniciativa solidaria de estos vecinos de Cabezón de la Sal. Y recuerda que hay otras formas de apoyarles, como la web www.soygaza.com
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