Juzgan a un hombre acusado de violar a una mujer con la que había quedado por temas laborales y a un tatuador por abusar de una clienta
Todas las semanas los tribunales cántabros acogen varios juicios relacionados con agresiones sexuales o, abusos sexuales a mujeres, incluidas menores de edad. Esta semana son tres.
AGRESIÓN SEXUAL
El miércoles a las 9.30 horas, por su parte, en la Sección Primera, se juzga a un hombre acusado de agredir sexualmente a una mujer con la que había quedado por cuestiones laborales.
Describe la fiscalía en su escrito que el acusado había concertado con la mujer una cita a través de whatsapp. La recogió en su coche y se fueron a comer. Después, “con el pretexto de concretar los aspectos de la relación laboral”, la llevó a una vivienda, donde “comenzó a besarla” a pesar de que ella decía que no.
Luego, “llegando a manifestarle que había sido boxeador y sabía dónde pegar, la cogió fuertemente del pelo, obligándola a hacerle una felación”.
“Posteriormente, desnudándola, la obligó a mantener relaciones sexuales, introduciéndole la mano y el pene sin protección en la vagina”, añade la fiscalía.
Los hechos constituyen, a su juicio, un delito de agresión sexual merecedor de nueve años de prisión, alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer durante catorce años, libertad vigilada de cinco años e inhabilitación para trabajar con menores durante catorce años.
En concepto de responsabilidad civil, solicita el ministerio público que el acusado indemnice a la mujer en 3.000 euros por el daño moral causado.
ABUSO SEXUAL
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzga este martes a las 9.30 horas un delito de abuso sexual.
Está acusado un tatuador profesional de abusar sexualmente de una mujer cuando iba a realizarle un boceto para un tatuaje que abarcaba todo el cuerpo.
Según el escrito de la Fiscalía, “como quiera que el pretendido tatuaje era de cuerpo completo en la espalda, glúteo y piernas, la mujer se desnudó totalmente y se tumbó en una camilla boca abajo”, momento en el que el procesado intentó abusar de ella, llegando tocarla en sus genitales.
La mujer, “asustada y sorprendida, se levantó de la camilla abandonando el lugar”.
La Fiscalía califica los hechos como un delito de abuso sexual, merecedor de una pena de cinco años de prisión, tres de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer, y cinco de libertad vigilada.
Por su parte, la acusación particular eleva la petición de condena a ocho años de cárcel, nueve de alejamiento y prohibición de comunicar con la víctima, y ocho de libertad vigilada.
Además, solicita una indemnización de 12.500 euros.
ABUSO SEXUAL A MENORES
También el martes, a las 10.00, en la Sección Tercera, se juzga a un hombre acusado de abusar de su sobrina desde que tenía ocho años hasta que la menor cumplió doce.
Según describe la Fiscalía en su escrito, el acusado aprovechaba cuando la menor acudía a su domicilio para realizarle, “de forma muy habitual y prevaliéndose de la corta edad de la niña y de la relación familiar de confianza”, tocamientos en el pecho, la vagina y los glúteos.
La situación duró hasta que la madre de la niña descubrió lo sucedido porque la menor se lo había contado a un amigo a través de Instagram.
Los hechos constituyen, a juicio del ministerio público, un delito continuado de abuso sexual a menores, por el que solicita una pena de cinco años y medio de prisión, cinco años de libertad vigilada y ocho años de inhabilitación para desempeño con menores.
Además, pide una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados y la secuela que sufre, ya que, según el informe forense, la menor padece un malestar clínicamente significativo, con trastornos de conducta y conductas hipersexualizadas.
La acusación particular considera, por su parte, que el delito de abuso sexual tuvo lugar con prevalimiento, por lo que la pena solicitada es de seis años de prisión, alejamiento y prohibición de comunicar con la menor durante diez años, libertad vigilada de ocho años e inhabilitación para desempeño que conlleve contacto con menores durante diez años.
En concepto de responsabilidad civil, solicita una indemnización de 10.000 euros.