Edificio calle Santa Clara, 8

Es algo habitual en el mercado inmobiliario de otras ciudades y una de las consecuencias de la anterior crisis financiera, cuando el dinero dejó de estar en los bancos y a la hora de buscarlo se recurrió a otros instrumentos, los fondos financieros.

Su rastro se dejaba sentir ya en sectores de Cantabria, desde residencias a los servicios no sanitarios de Valdecilla (Portobello, que controla Serveo), pasando por la cadena de perfumerías Douglas o el centro de teleoperadoras Digitex, en ambos casos con pérdida de puestos de trabajo.

Y aunque empresas cántabras del sector del ladrillo ya habían recurrido a fondos en otras ocasiones, este es el primer caso en el que trasciende públicamente la presencia, ligada además a viviendas turísticas (en pleno debate sobre su regulación en Cantabria y sobre el impacto en los precios de alquileres clásicos).

Es un fondo, Global Cuena SL, el que ha iniciado la operación de compra del edificio de la calle Santa Clara, 8, en Santander (frente al instituto del mismo nombre) para destinarlo a viviendas turísticas, como trascendió la semana pasada tras publicarlo EL DIARIO MONTAÑÉS. Son varios los vecinos afectados, con distintas situaciones, entre ellos algunos inquilinos de renta antigua, como es el caso de Chitín Mantilla, muy conocida en la ciudad.

“Esta casa es mi vida”

Según refleja información empresarial examinada por EL FARADIO, Global Cuena es una empresa con domicilio social en Madrid (en la calle Suero de Quiñones, en Chamartín).

Esta sociedad limitada se mueve en el sector de las finanzas y seguros y, más concretamente, en las actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos.

En detalle, su objeto social abarca la tenencia, administración, adquisición y enajenación de valores mobiliarios y participaciones sociales de empresas e instrumentos financieros, respetando en todo, la normativa de la ley del mercado de valores.

Fue constituida hace menos de un año, en septiembre de 2023, inicialmente como empresa unipersonal.

En el momento de su constitución e inicio de operaciones, tenía como socio único a Seedbed Global.  Ese socio único pasaría un mes después a ser Global Curcio SL.

Y sus administradores solidarios iniciales eran Antonio Santiago Pérez y Juan María Latorre Marlasca, pasando luego a tener un administrador único, Jorge Pepa.

Seedbed Global, el primer socio único, se dedica a la intermediación financiera, tiene alrededor de tres años de antigüedad, está domiciliada en la misma dirección y su anterior denominación era Global Calcetero SL. Su administrador solidario era Alejandro Latorre.

En su objeto social figura igualmente la tenencia, administración, adquisición y enajenación de valores mobiliarios y participaciones sociales de empresas e instrumentos financieros, respetando, en todo, la normativa de la ley del mercado de valores.

En cuanto a Global Curcio, el siguiente socio único, tiene también la misma dirección de Suero de Quiñones, el mismo objeto social relacionado a los valores mobiliarios y asuntos financieros, y una antigüedad menor de dos años.

La dirección en la que se encuentra el domicilio social de todas estas sociedades –el domicilio social no tiene por qué corresponderse con la sede en la que se trabaje o tenga actividad- es la misma y se corresponde con la sede del despacho de Latorre y asociados, que se dedica a la asistencia y asesoramiento a compañías, tanto locales como internacionales,

Tanto Pérez como La Torre, los primeros administradores, tienen vinculación con el citado despacho y constan como administradores únicos o solidarios de cientos de sociedades del mismo tipo, y en muchos de ellos se repite el mismo domicilio social, mientras que quien figura en la actualidad aparece también en decenas de sociedades, bien financieras, inmobiliarias o de gestión de suelos comerciales, muchas de ellas con la domiciliación en esa ubicación de Chamartín.