Estudiantes de la UC urgen a no mirar hacia otro lado ante el genocidio en Palestina
Hoy en la UC era un día cargado de solidaridad y miradas más allá de lo más directo: en la Facultad de Derecho, decenas de asociaciones, entidades de derechos humanos como Amnistía Internacional, miembros de la Coordinadora Cántabra de ONGDs como InterEd, medicusmundi, Oxfam Intermón o Treball Solidario, entre otras, y centros sociales como Smolny, entre otras, participaban en la Feria del Voluntariado.
Más adelante, en el Inter, dentro, integrantes de ACCAS, la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida, realizaban pruebas rápidas de VIH, dentro de la Semana Europea dedicada a la prevención y los test que permiten conocer el estado de salud para empezar a cuidarse; y a pocos metros, la gente de Movimiento por la Paz (MPDL Cantabria) desplegaba la exposición sobre diversidad sexual que se inauguraría luego y que han realizado en colaboración con alumnos de la escuela de arte Roberto Orallo de Reocín.
Fuera, en la plaza del Inter, la mirada se dirigía, como en muchos campus de todo el mundo y el Estado, a Palestina, con el arranque de las actividades que desembocarán esta noche en la acampada universitaria de apoyo a Palestina, impulsada desde el Frente de Estudiantes, con el apoyo de colectivos como Cebra o Interpueblos.
Por la mañana era el tiempo de la didáctica, en pleno mes de recuerdo de la nakba (el desastre, la primera gran expulsión de palestinos por parte de Israel), de la mano del médico palestino afincado en Cantabria Najaty Suliman, quien ya contó su experiencia personal en el encierro en San Pío X o en una charla en el Colegio de Médicos de Cantabria.
Hubo poesía o una sentada frente al rectorado, en la que los estudiantes han pedido el reconocimiento “inmediato” del Estado de Palestina, la ruptura de todo tipo de relaciones con Israel, especialmente diplomáticas y económicas, así como con empresas colaboradoras con el genocidio, como CAF, del sector de las infraestructuras ferroviarias.
A la UC le han exigido que corte relaciones con cualquier universidad o centro de investigación israelí, independientemente de su presunto “compromiso con la paz”, y con empresas directa o indirectamente contribuyan al genocidio (entre las que citan al Banco Santander o Solvay), , ya sea en forma de becas de colaboración, prácticas, financiación o cualquier otro tipo de acuerdos. En la misma línea, exigen la revisión de órganos de la UC, como el Consejo Social, para impedir la influencia de cualquier empresa que se lucre de esta o cualquier otra situación de opresión contra un pueblo.
Reclaman la creación de relaciones con universidades palestinas a través de convenios académicos y logísticos, becas de estudio e investigación, así como la toma del compromiso por su mantenimiento y promoción.
Y la eliminación del título de Experto Universitario en Guerra Electrónica, pues fomenta el belicismo en los conflictos y la gestión de los mismos.
Además, han lamentado el blanqueamiento de Israel por parte de la Unión Europea y Estados Unidos y rechazado la neutralidad frente a un genocidio cuyo testimonio está ya abundantemente documentado,
También han urgido al cese de la venta de armas y a no permitir que las bases militares españolas se empleen para facilitar el suministro de armas y cualquier otro tipo de beneficios para Israel, así como al suministro de ayuda humanitaria al pueblo de Palestina, asegurándose de que esta llegue en buen estado hasta su destino.
De cara al fin de la ocupación, exigen tomar el compromiso de ayudar a reconstruir la sociedad palestina y todas sus infraestructuras.
Noticias relacionadas:
- La acampada universitaria por Palestina será el jueves e incluirá charlas, recital y sentada
- De Yemen a Palestina pasando por el Puerto: “La movilización social tiene repercusiones”
- La lucha contra el tráfico de armas saudí blinda al Puerto de Santander de la llegada de barcos con explosivos contra Palestina