Una sentencia declara improcedente el despido de una trabajadora de Mercadona

El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria dictamina que el hecho de que una persona trabajadora tenga diagnosticada una patología mental no implica que no pueda hacer vida social
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El pasado 30 de Abril, Gerardo Grande hacia unas declaraciones en el Congreso sobre la problemática existente en Mercadona en cuanto a la precariedad laboral, la salud laboral y las conciliaciones, y además añadía que los medios de comunicación no se hacían eco de esas noticias.

El sindicato Maysa afirma que ayer los medios de comunicación a nivel nacional sacaban a la palestra una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que fue ganada por el sindicato MAYSA, en la que se declaraba improcedente el despido de una trabajadora «que se había ido a un concierto estando de baja».

Mercadona cuestionaba la misma baja en la carta de despido, considerando que todo fue un fraude, una situación buscada por la trabajadora para no ir a trabajar, pero el TSJC le deja claro a la mercantil que, más allá de que el fraude se pueda sospechar, se debe probar y la empresa no lo había probado. Por el contrario, la trabajadora sí lo había hecho y además existía una situación previa de ansiedad.

Según Maysa, Mercadona ha intentado viciar el procedimiento en el recurso, a lo cual el TSJC cita textualmente lo siguiente: «En aplicación de la doctrina expuesta al presente litigio, lo pretendido por la parte recurrente es una nueva valoración del conjunto de la actividad probatoria practicada por la demandada, plagado de su interpretación deductiva, en contra de lo concluido en la instancia (…)».

Igualmente, la sentencia le indica a Mercadona que sus meras conjeturas no restan las decisiones de un facultativo, ya que «no es contraria su actuación (asistencia y participación activa a un concierto) o incompatible, con su baja por depresión/ansiedad y tratamiento o el hecho de que se le hubieran administrado fármacos relajantes la mañana previa, cuando tampoco consta que se prescriba ni por facultativo u otra prueba, reposo absoluto de la enferma».

La conclusión del TSJC es «que no se ha producido un incumplimiento grave y culpable de las obligaciones laborales de la actora por transgresión de la buena fe y abuso de confianza en el desempeño de su trabajo, ya que no toda actividad desarrollada durante la situación de incapacidad temporal es sancionable con el despido, sino sólo aquélla que, a la vista de las circunstancias concurrentes, en especial la índole de la enfermedad y las características de la ocupación, es susceptible de perturbar la curación del trabajador».

Con esta sentencia, dice Maysa que el TSJC ha puesto en su sitio a Mercadona, indicándole a la empresa que no puede hacer de juez y jurado ni tampoco hacer juicios de valor sobre las competencias y decisiones de los facultativos, demostrándole a la empresa que no está por encima de la ley y que tendrá que respetar el marco legal existente.

En base a todo esto, desde el sindicato se preguntan por qué Mercadona no sale en los titulares de esta noticia y no se señalan las prácticas de la empresa en cuanto al comportamiento con sus trabajadores, también quienes están de baja. Según Maysa, es una empresa que penaliza a sus trabajadores enfermos, las adaptaciones de puesto las realizan los médicos de empresa y no los servicios de prevención ajenos, adaptaciones condicionadas a que luego el coordinador de tienda las quiera cumplir.

Desde el sindicato creen que la manera de publicar noticias como una sentencia contraria, se hace de una forma en que parece que se pretende hacer quedar a Mercadona como una víctima, pero estiman que la realidad es otra muy diferente.

El gigante de la distribución, que tiene abierto en Cantabria un expediente sancionador por las evaluaciones de riesgos psicosociales y por tener todo el sistema preventivo sin gestionar, apunta con el dedo a los trabajadores y los acusa de fraude, «cuando la que atenta contra su propia plantilla es la empresa al no cumplir con los mecanismos de salud», afirman desde Maysa. Pero en cambio se quejan de que se criminaliza al trabajador y se pone en duda el criterio de los magistrados y al facultativo que expidió la baja.

Para Maysa, el fondo del asunto es que la trabajadora y afiliada del sindicato es una veterana más de las que persigue esta mercantil, la cual ha sufrido, entre otras cosas, la gran acumulación de tareas que hay en los centros y el goteo constante de despidos, sometida al miedo de no poder coger una baja para no sufrir represalias. Por esos, despidos, el sindicato llega a decir que podría existir un ERE encubierto.

Para finalizar, Maysa espera que, ante la avalancha de demandas contra Mercadona que van a entrar en los juzgados sobre materia de conciliación, «se trate con dureza estas agresiones de la empresa sobre los derechos de los trabajadores con unas sentencias ejemplares».

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