El Pleno del Ayuntamiento de Santander aprobará en su sesión de este jueves, 30 de mayo, la modificación de las condiciones específicas del equipamiento del Mercado de México, que reabrirá completamente reformado en 2026 bajo un nuevo modelo que implica una gestión privada, más de la mitad del espacio –y el principal- para Mercadona, y la posibilidad de que los puestos actuales de alimentación evolucionen hacia otros usos.

Todo dentro de un modelo de privatización de los mercados municipales que también afecta al de Puertochico, que se abre a usos hosteleros –en plena área de influencia de la zona hostelera por excelencia de Santander, Peña Herbosa-, de la  mano de la constructora COPSESA.

En concreto, este lunes se emitía el dictamen favorable de la Comisión de Desarrollo Sostenible a la modificación de las condiciones específicas lo que permite avanzar en el proyecto para la remodelación integral del edificio con una inversión de 4,4 millones.

“PROTEGER A LOS COMERCIANTES” CON UN GIGANTE DE LA DISTRIBUCIÓN

Desde el equipo de Gobierno se defendía que la actuación generará 40 nuevos empleos, que serán seleccionados por la Agencia de Desarrollo de Santander, y la mejora de las condiciones para los actuales comerciantes que, recalcan, “ocuparán un lugar preferente y con un nuevo Mercadona”.

Es la cuadratura del círculo: conseguir que la implantación en un espacio asociado al hábito de la compra de proximidad de un gigante como Mercadona, conocido por sus bajos precios –algo que se le ha reprochado en ocasiones desde el sector lácteo local, por ejemplo, y eso sin entrar en sus denuncias prácticas laborales-, conviva con el producto de proximidad de los puestos actuales.

Porque de lo que se trata, señala el Consistorio, es de “proteger a los comerciantes y modernizar sus puestos, además de poner en valor su producto, fidelizar a los clientes que ya tienen y complementarlos con el resto de los servicios que ofrecerá el nuevo local”.

EL PROYECTO

El proyecto, que ejecutará la empresa Lopez Real 09, incluye la rehabilitación del edificio actual de tres plantas, la explotación de la planta baja de 2.178 m2 de superficie, 1.048 m2 en planta primera y un espacio de almacén en sótano de 687 m2 de superficie.

Durante el tiempo que duren las obras, los puestos de los comerciantes se reubicarán para que puedan permanecer abiertos.

Entre las características de las obras y servicios a ejecutar destacan la rehabilitación íntegra del edificio, la revisión de la red de saneamiento y abastecimiento, la dotación de itinerarios accesibles, la climatización, mejora de los aseos públicos y la creación de un núcleo de comunicación entre la planta baja y alta.

También se realizará la sustitución de las actuales carpinterías, limpieza general de la fachada y reparación o sustitución de las zonas de chapa o acristaladas que están deterioradas.

Respecto a los plazos, ya está en marcha el estudio de la estructura y taquimetrías, de modo que a lo largo de 2024 la empresa llevará a cabo las catas, elaborará el proyecto definitivo y tramitará la obtención de licencias.

A principios de 2025 está previsto que arranquen las obras con el objetivo de reabrir el mercado totalmente reformado a mediados de 2026.