En la tarde del jueves 30 de mayo, un grupo de activistas vinculados a Rebelión o Extinción (XR por sus siglas en inglés) han participado en una acción artístico-reivindicativa en la playa de Mataleñas en Santander.

Sobre la arena de la playa han dejado un mensaje que denuncia la inacción de las instituciones y las políticas públicas para frenar la crisis climática que ya está aquí. El mensaje busca la movilización contra los poderes políticos y económicos para que cumplan con las responsabilidades y acuerdos climáticos a los que se han en las últimas décadas.

 

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El calentamiento global no se está frenando a tiempo

El mensaje que han dejado hace referencia al aumento (cada vez más rápido) de la temperatura media con respecto a la era preindustrial.

Se destacaba en la acción el fracaso a la hora de cumplir uno de los objetivos del acuerdo de París (firmado en el año 2015), que recomendaba limitarla por debajo del grado y medio (1.5 ºC), reconociendo que lograr este segundo objetivo «reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático» [1].

Como referencia, en lo que llevamos de 2024, las anomalías térmicas medias globales para los primeros cuatro meses han sido de: 1.52ºC (enero), 1.77ºC (febrero), 1.68ºC (marzo) y 1.58ºC (abril). La media anual es de 1.61ºC. [2].

Campaña internacional contra los subsidios de los combustibles fósiles

Esta acción tiene lugar en el contexto de la campaña internacional que este colectivo está llevando a cabo durante la presente semana y que culminará con acciones de protesta masivas en múltiples ciudades a lo largo y ancho del planeta. La campaña actual centra su mensaje en la denuncia a la financiación pública y privada que reciben los combustibles fósiles.

El consumo masivo de estos combustibles ha incrementado a lo largo del último siglo y medio la concentración de CO₂ en la atmósfera, exacerbando el efecto invernadero y provocando el aumento de temperatura a niveles nunca vistos, como demuestran los 45C alcanzados en Santander el pasado verano y las 11 000 muertes por olas de calor en el verano de 2022. ​​​​​​​

El movimiento activista también denuncia la tremenda desigualdad en la asunción de responsabilidades; ya que son los megarricos (con los jets y megayates) y las grandes empresas los causantes de más de un 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero (como el Banco Santander, con inversiones que alcanzan los 8.000 millones de euros en el año 2022 [3])

Mientras tanto, son las comunidades de zonas más vulnerables las que sufren la mayor parte de las consecuencias, tanto a nivel internacional (inundaciones en Brasil) como nacional (sequías en el levante español). Demandan una acción inmediata, a través de una eliminación de la financiación estatal y europea a los combustibles fósiles (con subsidios que actualmente alcanzan en nuestro país los 10.000 millones de euros anuales, casi un 1% del PIB español [4])  y la introducción de mecanismos impositivos a las emisiones de estas empresas.​​​​​​​