Frente a hechos, derechos
Si una ley de vivienda nacional no es aplicada por una Comunidad autónoma que carece de una propia, por el simple motivo de que el partido gobernante en uno y otro lugar es distinto, y no quiere seguir sus directrices … ¿Por qué los ciudadanos de a pie debemos cumplir?
¿Por qué tengo que pagar un alquiler, si el mercado del alquiler no está regulado convenientemente, de forma que se impida la especulación?
¿Qué impide que los ciudadanos, nos agrupemos en colectivos con mismos intereses y ejerzamos fuerza?
Los caseros lo tienen claro.
Crean asociaciones con el fin de defender lo que consideran sus sagrados y fundamentales intereses.
Su propiedad y obtener el máximo beneficio económico.
A costa de exprimir a quien sea.
¿Y si los inquilinos hacen lo mismo?
Veamos.
Los obreros, los asalariados, cuentan con organizaciones que defienden sus intereses.
Los sindicatos.
Y cuentan con una herramienta fundamental en la lucha obrera.
Una herramienta con cuyo uso responsable se han obtenido innumerables beneficios sociales para la clase asalariada.
Jornada laboral de 8 horas, vacaciones pagadas, permiso de mater-paternidad, baja laboral, negociaciones laborales colectivas, etc
Por cierto. Todos estos logros son DERECHOS SUBJETIVOS.
Conseguidos a base de mucha lucha y, en ocasiones, sangre.
Y utilizando una herramienta fundamental.
Una herramienta legal.
LA HUELGA.
LA UNIÓN HACE LA HUELGA.
La situación actual, desesperada, nos aboca a soluciones desesperadas.
Veamos.
Según el consejero, Sr. Media, hay 50.000 viviendas vacías en Cantabria.
Lo que, en mi opinión, constituye un fraude.
Se les concedió permiso de edificación para ser habitadas.
Un permiso administrativo, con una finalidad concreta.
¿Qué hace el gobierno?
Nada.
En muchos lugares de Europa, se incorporan forzosamente al parque público de vivienda.
No en Cuba, ni Venezuela.
Sigamos viendo.
El alquiler turístico campa a sus anchas.
¿Qué hace el gobierno? Nada.
En otros lugares de Europa y de España está regulado, cuando no se le ha puesto freno directamente, cesando la concesión de nuevas licencias.
En Barcelona, a principios del pasado siglo XX, ante la enorme subida de precios del alquiler, por la demanda que ocasionaba el aluvión emigrante de otras zonas de España y la escasez de vivienda, los inquilinos UNIDOS, dejaron de pagar.
Todos.
Resultados.
El gobierno actuó.
Los caseros aflojaron en su extorsión.
Hubo planes de vivienda social.
¿No aprendemos?
¿Debemos ir siempre a remolque de los acontecimientos,?
¿No es suficiente la precariedad existente en Cantabria?
¿No son suficientes 3 desahucios semanales?
¿Cuántos deben haber?
¿Cuántos suicidios que conmemorar?
¿Quién, con nombre y apellidos, va a asumir responsabilidades ?
Y no me refiero a esa tontería de responsabilidades políticas.
Ya sabemos que quien deja de ser ministro pasa a ser consejero de una gran multinacional.
Me refiero a la otra.
A la de verdad.
Como cualquier hijo de vecino.