El Juzgado de lo Social número 3 de Santander ha dado la razón a una trabajadora de MERCADONA, afiliada al sindicato MAYSA, en una denuncia por cuestiones de conciliación de la vida familiar y laboral.

Según detalla el sindicato, la trabajadora viene disfrutando de una reducción de jornada desde 2012 y desde marzo de 2021 trabajaba tres días a la semana.

En marzo de 2024, la empresa le impone un nuevo horario para el mes siguiente, en el que pasa de trabajar tres días a la semana a trabajar cinco, lo que en Mercadona se llama «el 5+2.»

Por ello, la trabajadora entiende «que la decisión horaria de la empresa conformaría una modificación sustancial de sus condiciones de trabajo nula por afectar de modo directo a la conciliación de la vida familiar y en cualquier caso, injustificada porque atentaría directamente contra su derecho a una estabilidad horaria».

Aunque la mercantil cambia el horario de forma unilateral, «rechaza cualquier vulneración de derecho fundamental alguno y considera que mes a mes se está adaptando el horario de los trabajadores en beneficio propio de cada uno de ellos y niega que exista modificación alguna porque la trabajadora sería la única operaria con el sistema 3+3 y no 5+2 cómo el resto de trabajadores».

El sindicato MAYSA recuerda a Mercadona que «cuando se mira por el beneficio de los trabajadores no hay ninguna necesidad de obligarlos o imponerlos nada, ya que si la mercantil estuviese haciendo bien su trabajo no existirían tantas demandas interpuestas ni tantos trabajadores de baja por ansiedad».

La sentencia deja claro que «se trata de una modificación horaria en toda regla», pues la empresa «no habría justificado de modo racional y organizativo los motivos para modificar el horario».

Continúa la sentencia con que «no se puede condicionar y perjudicar el legítimo derecho de la trabajadora a su horario y si Mercadona quiere optar por modificar mes a mes los horarios deberá pactar, acordar, explicar y justificar el porqué de los cambios», cuestión que no ha realizado.

En este caso no se estima la indemnización por daños y perjuicios solicitada por la trabajadora, basándose, entre otras cosas, en la rápida respuesta judicial.

Desde el Sindicato MAYSA  hacen hincapié en que la sentencia es firme, lo que deja a Mercadona sin opción a interponer recurso de suplicación, ya que, recuerdan, esta empresa tiene como política recurrirlo todo como parte de la operación de desgaste psicológico hacia sus trabajadores.

Además, llaman la atención sobre que el mismo día que MAYSA denunciaba que Mercadona había ofrecido dinero a varios de sus delegados para que abandonen la empresa y la lucha, algunos medios de comunicación sacaban la noticia de que la cadena de supermercados iba a hacer 190 contrataciones para la campaña de verano en Cantabria, lo que supondría un incremento de alrededor de un 25% de la plantilla –con el consiguiente impacto en los resultados en Google asociados al nombre de la empresa-.

Desde MAYSA, que ha llevado a los tribunales a MERCADONA por varios motivos, entre ellos por la posibilidad de que se esté acometiendo un ERE encubierto a base de muchos despidos o no renovaciones, pero sin pasar por el trámite legal si fuera necesario el expediente, lanzan varias preguntas al respecto:

• ¿Qué nivel de absentismo tiene Mercadona en Cantabria en estos momentos?
• ¿Cuántas de estas bajas están relacionadas con la vulneración de derechos y demandas en materia de conciliación familiar?
• ¿Cuántos despidos se han realizado en el último trimestre?
• ¿Cuántas de esas supuestas contrataciones son a jornada completa?

Porque, según enfatizan, esas 190 contrataciones (alrededor del 25% de la plantilla) cubren mucho más allá que los refuerzos de verano, por lo que entendemos que lo que están cubriendo en realidad son los abusos laborales hacia la plantilla.